Mientras que en Norteamérica la sandía es un ingrediente central en la preparación de cócteles, en el sur del continente la mezcla de esta fruta con licor suele despertar cierta reticencia. La bebida que incorpore estos ingredientes recibe drásticas acusaciones, con la causa de muerte en la cima de sus males. Si bien es cierto que los componentes de este refrescante fruto presentan ciertas particularidades que deben tenerse en cuenta a la hora de beber alcohol, la interacción de estos no es motivo de preocupación. Según lo explica Camilo Gómez, embajador de marca Grants, parte del asunto se explica por la presencia en la sandía de un compuesto orgánico conocido como citrulina. “El cuerpo convierte la citrulina en arginina, un aminoácido beneficioso para el corazón y el sistema circulatorio. La arginina aumenta los niveles de óxido nítrico, esto relaja los vasos sanguíneos y causa un efecto similar al del Viagra, para tratar la disfunción eréctil”, afirma Gómez. Por su parte, el especialista en vinos, Diego Di Giacomo, cuenta que el origen de este mito reposa en una advertencia exagerada que se hizo desde un monasterio en Europa, según la cual el carácter afrodisíaco de la sandía unido al efecto embriagante del vino, había causado que en la zona se presentaran incidentes relacionados con violaciones. La medida tomada fue difundir la falsa advertencia de los resultados mortales de tal ingesta. También se ha acusado a la sandía de contener cianuro, hecho que si bien es cierto, tampoco enciende las alarmas sobre su presencia en cocteles o sobre su consumo en general. Ángela Sierra, ingeniera de alimentos, explica que las semillas contienen bajos porcentajes de una forma orgánica de cianuro “necesario para protegerse mientras germinan e insuficiente para generar algún tipo de intoxicación”. El consumo de esta fruta es recomendable debido a los pocos residuos de plaguicidas que concentra. Cerca de 93% de su contenido es agua y, además, tiene propiedades diuréticas, por lo tanto acelera la eliminación de líquidos. Gracias a la presencia de licopeno –pigmento al que debe su color rojizo– se considera un alimento rico en antioxidantes.