La misteriosa sonrisa de la Mona Lisa ha sido motivo de inspiración para poetas y compositores desde que Leonardo da Vinci la plasmó en el lienzo como una de las obras máximas de la pintura universal. Pero nadie ha logrado develar el enigma que encierra. O al menos eso era lo que sucedía hasta la semana pasada, cuando un científico italiano anunció las conclusiones de un estudio realizado sobre el tema por su propia iniciativa. El doctor Filippo Surano sostiene que la noble mujer sufría de bruxismo, un hábito inconsciente de rechinar los dientes durante el sueño o en momentos de tensión. El científico sostiene que la Mona Lisa podría haber sufrido esa tensión al posar para Leonardo.