Más mujeres están emprendiendo en la actualidad. Según un estudio de la Global Entrepreneurship Research Association realizado en 49 países, América Latina es la región con mayor proporción de mujeres que emprenden con un negocio propio. En el caso de Colombia, de acuerdo con el Registro Único Empresarial y Social (Rues), las mujeres crearon el 62,5 % de las empresas en 2022.
Durante el Gran Foro ‘Mujeres colombianas, mujeres que inspiran’, dos emprendedoras hablaron sobre su experiencia emprendiendo y llevando sus negocios a la vitrina internacional.
Una de ellas fue Isabella Espinosa, fundadora y directora creativa de Baobab, quien explicó que cuando empezó su marca se buscó crear un impacto para “ver la moda como una herramienta de transformación social”. En ese sentido, indicó que Baobab inició hace seis años con el propósito de “transformar realidades sociales y ambientales a través de la venta”.
Según la empresaria, su marca comenzó bajo la filosofía de “identificar cómo el capitalismo avanza y las empresas no se ven como entes generadores de valor social, sino como generadores de valor social y ambiental”. Su marca, puntualizó, empezó sembrando árboles por cada vestido de baño que vendían y migraron a la restauración de arrecifes de coral en San Andrés y Providencia.
Otro caso de éxito es el de la marca de postres Hakim’s Pastry. Una de sus fundadoras, Denise Hakim, contó que junto a su hermana, crecieron en un ambiente de cocina y mientras estaban en la universidad, al ver una materia llamada matemáticas financieras, comenzaron a vender brownies.
“Vendíamos 15 brownies al día y cada uno costaba mil pesos”, señaló Hakim, destacando que su hermana, Yvette, fue quien la motivó a que emprendieran juntas y se “lanzaran al agua porque no tenían nada que perder”.
Tras cinco años cocinando desde su casa, ambas decidieron comprar una planta de producción con la que empezaron a desarrollar a una mayor escala su emprendimiento. “Hoy en día tenemos cinco puntos de venta en Bogotá, tenemos una cocina de producción caliente y una planta de heladería, y contamos con 30 colaboradores que, en su mayoría, son mujeres”.
¿Cómo lograrlo?
Para que una marca trascienda de forma global –según Espinosa– es fundamental que las empresas tengan “la capacidad de contar una historia”, destacando que desde Baobab entendieron que al ser abanderados de la sostenibilidad tenían la tarea de “hacer que el producto hable por sí mismo”.
“Para nosotros el primer paso fue entender que el discurso de sostenibilidad se tenía que traducir en el diseño de las prendas”, dijo la empresaria, quien puntualizó que la versatilidad es uno de los pilares con los que la marca se logró introducir en mercados internacionales. “Hoy en día Baobab se encuentra en todos los continentes, en más de 50 países, 450 boutiques y más de diez tiendas departamentales de lujo”, agregó.
Otra de las recomendaciones de la empresaria es sacar provecho de las dificultades. “La fórmula es la paciencia, porque no hay que olvidar el proceso y el valor detrás de las cosas. Los proyectos y modelos de negocio que empiezan con un capital ilimitado muchas veces tienen mayores dificultades a lo largo del camino porque están acostumbrados a poner plata en el problema”, dijo Espinosa.
Para Yvette Hakim, también se deben aprovechar las crisis. “Nosotros siempre le decimos al equipo que hay que provocar crisis porque nos dan una sacudida para salir adelante o dejarnos morir”. La emprendedora aseveró que “la crisis saca una fuerza en las personas de donde no saben que la tienen”.
En ese sentido, contó que la pandemia fue uno de los momentos más álgidos que tuvo que atravesar Hakim’s Pastry, puesto que tuvieron que reestructurar el modelo de negocio. “Un emprendedor tiene que saber que su mejor amigo es la frustración porque uno aprende a aceptarla y a trabajar con eso”, finalizó Yvette, haciendo un llamado a los emprendedores a no temer a fallar en el proceso.