El porcentaje de participación de mujeres en las juntas directivas de los emisores de valores en Colombia sigue aumentando, pero, lamentablemente, a un ritmo muy lento y mucho menor que el de hace un par de años.
Tras recibir los resultados de las asambleas generales de marzo y el análisis que realiza sobre el mismo el Centro de Estudios en Gobierno Corporativo del CESA, en el que estudia las variables relacionadas con DEI en los emisores de valores y las empresas más grandes del país, este año nos topamos con números no tan alentadores: si bien aumentamos 0.8 puntos porcentuales de participación de mujeres en estas juntas directivas respecto al año pasado, el crecimiento de los tres años anteriores fue mayor (registraron 1.7, 2.5 y 1.1 puntos porcentuales de crecimiento, respectivamente).
Otra cifra que nos genera sinsabor es el de 30 empresas listadas en bolsa, de 136, que aún no tienen mujeres en sus juntas directivas. La realidad es que, aunque seguimos siendo el país líder de la región en diversidad, equidad e inclusión empresarial todavía falta mucha conciencia alrededor del tema, considerando que no se trata de cuotas, sino de una realidad necesaria para la toma de decisiones y discusiones empresariales que, apalancadas en una mayor diversidad, tendrán una mejor oportunidad de competitividad y crecimiento.
Una de las buenas noticias este año se centra en el hecho de que 57 nuevas mujeres entraron a formar parte de las juntas directivas de estas importantes empresas, 17 más que en el 2023, lo cual aporta a la importancia de las generaciones de relevo en estos entornos y también a lo que significa que nuevas caras femeninas sean reconocidas para ocupar estos cargos.
Los resultados presentados por el CESA muestran una evolución importante en equidad de género empresarial: en el año 2018, cuando se comenzó a estudiar el comportamiento de las juntas directivas en este sentido, el porcentaje de mujeres era del 15,0 % (125 mujeres), ahora es del 23.1 % (207 mujeres), el crecimiento desde entonces y hasta ahora ha sido del 7.7 %. En aquel momento, el total de juntas conformadas únicamente por hombres era del 40 %, ahora ha bajado al 22.1 %.
Estos números siguen siendo alentadores, pero el trabajo que queda por delante aún es ambicioso pues, del total de 897 miembros de juntas directivas que tienen los emisores de valores, 690 son hombres, es decir, el 76.9 %, mucho más de la mitad de este universo.
Colombia cuenta con un arsenal de mujeres preparadas y dispuestas a asumir las riendas, no solo de juntas directivas sino también de empresas. El banco de hojas de vida que ha consolidado el CESA a lo largo de estos últimos tres años da fe de ello, este es el camino para crear una conciencia empresarial distinta; una enfocada en la variedad de pensamientos y conocimientos.
Sigamos trabajando por ampliar la diversidad en nuestras juntas directivas, no solo de las empresas que cotizan en la bolsa, sino de las otras grandes y de las medianas, pues está demostrado, y estudios de la Superintendencia de Sociedades lo reiteran, que la diversidad es fundamental para mantener el desempeño de una empresa, ayudando a abrir las perspectivas y, lo que es más importante, aumentando su rentabilidad.
*Por: María Jimena Escandón, socia de Escandón Abogados y Orza