Durante el encuentro de Círculo de Mujeres SEMANA llevado a cabo este 24 de enero, Johana Bahamón, actriz, activista y presidenta de la Fundación Acción Interna, compartió la experiencia que ha tenido con la cárcel de mujeres El Buen Pastor, epicentro de su proyecto de vida.
“Yo conocía la situación de las cárceles de nuestro país, pero una cosa es verla en medios de comunicación y otra muy diferente es estar ahí, en la cárcel... Conocer realmente lo que pasa ahí adentro, conocer a los seres humanos que están adentro y conocer sus historias”, inició Bahamón, rememorando lo que fue su primera visita a la cárcel, hace años, cuando su proyecto de vida era la actuación.
Comentó que cuando salió de la cárcel, aquella primera vez por una visita a la que fue invitada, sintió la necesidad de volver, de conocer mucho más de lo que allí sucedía: “En ese momento tomé la decisión de quedarme tres meses en la cárcel haciendo una obra de teatro de García Lorca, que habla del encierro, pero también de la libertad del espíritu”.
En esa producción de García Lorca que Bahamón dirigió, hubo un cambio que a ella le impresionó: “Cuando uno va a una cárcel, hay algo que es muy característico y es el ruido. Todos es con gritos, las celdas suenan, todo suena. Y ese día, cuando fuimos a presentar esta obra de teatro, llegué a la cárcel y por primera vez entré a un silencio absoluto, era un respeto de todas las mujeres de todos los patios que estaban como espectadoras en esta obra de teatro. Fue maravilloso”, mencionó.
En su intervención, Bahamón aprovechó para mencionar lo grato que ha sido ver cómo durante el proceso vio la transformación de doce mujeres. Mujeres que no fueron las mismas después de presentar la obra. Doce años después de esa presentación y del inicio de su fundación, Johana Bahamón puede decir que lo que realmente transformó a esas mujeres no fue el teatro, fue tener una segunda oportunidad.
Bahamón también contó mediante un video lo que ha realizado la fundación durante doce años, en los que para las mujeres “estar privadas de la libertad no significó estar privadas de la dignidad”.
“Desde 2012, la Fundación Acción interna lidera, defiende y visibiliza los derechos de la población carcelaria. Somos conscientes de la importancia de transformar al ser humano y generar oportunidades, por eso ese es el eje central de nuestros programas y nuestro modelo de intervención: lograr un reconocimiento de la sociedad civil a una población vulnerable que aboga por el respeto de su dignidad y sus derechos humanos”, explicó Bahamón.
Bahamón habló, además, del logro que ella y las mujeres que hacen parte de su proyecto en Fundación Acción Interna alcanzaron con la puesta en marcha del primer restaurante dentro de una cárcel de mujeres.
Llamado Restaurante Interno, fue seleccionado por la revista ‘Time’ como uno de los mejores 100 sitios para visitar en el mundo. “Esto era el basurero de la cárcel y, más allá de los reconocimientos, lo más satisfactorio fue que ninguna de las mujeres que salió de ahí reincidió. Nuestro índice de reincidencia fue del 0 %”, argumentó Bahamón.
Johana Bahamón agradeció a su equipo de trabajo, del cual el 90 % son mujeres, e invitó, “no solo a creer en que hay segundas oportunidades, sino en crearlas. Por eso hoy tenemos una ley, la ley de segundas oportunidades, que les da beneficios económicos y tributarios a las empresas que contraten a personas que fueron privadas de su libertad”.