Hoy, la tecnología no solo redefine lo que podemos hacer, y a qué velocidad, sino que amplifica lo que somos. En un entorno que avanza a una rapidez vertiginosa, el verdadero reto no está solo en adoptar nuevas herramientas, sino en entender cómo estas pueden liberar todo el potencial humano. La inteligencia artificial (IA), automatizaciones y otras tecnologías no son simples soluciones de eficiencia; son fuerzas transformadoras que amplían nuestras capacidades y, en el proceso, reconfiguran nuestras interacciones. Esto ya no se trata de lo que la tecnología puede hacer por nosotros, sino de lo que puede ayudarnos a ser.

Concepto de transformación digital. Código binario. IA (Inteligencia Artificial). | Foto: Getty Images

En un contexto donde la desinformación está a la vuelta de la esquina, la confianza es el pilar que sostiene la relación entre las compañías y sus clientes. Un estudio reciente de Accenture muestra que el 62% de los consumidores considera la confianza como lo más importante a la hora de interactuar con las marcas; en un mercado tan competitivo, las empresas no solo deben ser transparentes, sino también auténticas y rápidas, como exige la tecnología; aquí es donde la IA juega un papel clave, no solo acelerando las respuestas, sino asegurando que sean personalizadas y genuinas, mejorando así la experiencia del consumidor.

Vivimos en lo que algunos llaman la “economía de la impaciencia”, donde tres de cada cuatro consumidores esperan respuestas inmediatas, sin embargo, lo crucial no es solo la rapidez, sino cómo esa inmediatez se combina con una experiencia auténtica; las personas no buscan solo eficiencia, quieren sentirse escuchados, comprendidos, incluso cuando la interacción es digital. Es ahí donde reside la oportunidad más grande para las marcas, encontrar el equilibrio perfecto entre velocidad y humanidad, entregando respuestas que no solo resuelvan inquietudes, sino que también fortalezcan la confianza desde la idoneidad.

Estrés laboral. | Foto: TeamConsultor

Y es que hoy en día la duda se ha convertido en un costo significativo, especialmente cuando más de la mitad de los usuarios se sienten escépticos respecto a lo que ven en línea, debido a fraudes y desinformación. Las marcas que no logren garantizar interacciones digitales seguras, transparentes y auténticas corren el riesgo de perder la confianza, y con ella, su futuro. La autenticidad ya no es opcional, la tecnología se convierte en un aliado clave para facilitar respuestas efectivas y cercanas, siempre y cuando estas sean genuinas.

La importancia de la tecnología en la era actual. | Foto: Getty

En este contexto, las empresas colombianas enfrentan una oportunidad única, transformar la tecnología en un puente para humanizar la experiencia digital. Utilizadas de manera correcta, estas herramientas no solo agilizan los procesos, sino que también enriquecen cada interacción, aportando valor real y generando conexiones más profundas.

La verdadera pregunta, entonces, es ¿están las empresas utilizando la tecnología para amplificar lo humano? No se trata solo de resolver problemas o aumentar la eficiencia; se trata de transformar la manera en que nos conectamos y entendemos a las personas. Aquellas compañías que logren hacer de la tecnología un puente para mejorar la experiencia humana serán recordadas por su habilidad para transformar, conectar y ser auténticamente humanas.

Por: Carolina Botero, Presidenta de Accenture Colombia