La innovación no es solo una opción, es una necesidad para cualquier empresa que aspire a mantenerse competitiva en el mundo actual. En una época marcada por avances tecnológicos sin precedentes, las empresas que no adoptan nuevas formas de trabajo basadas en tecnología corren el riesgo de quedarse atrás. La inteligencia artificial (IA), el análisis de datos y la automatización no solo están transformando procesos, sino también creando nuevas oportunidades para mejorar la eficiencia y el rendimiento.
Datos recientes muestran que, a nivel global, el uso de IA puede aumentar la productividad laboral hasta en un 40%. Esto es especialmente relevante para empresas que operan en sectores de alta competitividad, donde la capacidad de analizar grandes volúmenes de datos en tiempo real puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso. Implementar inteligencia artificial no se trata solo de tecnología avanzada, sino de crear entornos de trabajo más eficientes, ágiles y adaptados a las necesidades de los empleados y clientes.
Un ejemplo concreto de este impacto es la automatización de tareas rutinarias y administrativas, que puede liberar hasta un 30% del tiempo de los empleados, permitiéndoles enfocarse en tareas más estratégicas. Esto no solo mejora la productividad, sino que también incrementa la satisfacción laboral, al reducir el estrés asociado a tareas repetitivas. Un estudio reciente de McKinsey señala que las empresas que han implementado soluciones de IA reportaron un 20% de mejora en la toma de decisiones estratégicas, lo que resalta el potencial de estas herramientas para redefinir la dirección de una compañía.
Además, la adopción de tecnologías emergentes permite a las empresas innovar en sus modelos de negocio, explorar nuevos mercados y crear productos más personalizados. Según la consultora Gartner, para 2025 el 75% de las organizaciones de alto rendimiento habrán adoptado IA en al menos uno de sus procesos clave. Este no es solo el futuro del trabajo, es el presente que define a las empresas más exitosas y resilientes.
La clave está en entender que la tecnología, por sí sola, no es la solución. Lo verdaderamente transformador es la forma en que las empresas implementan estas herramientas, alineándolas con una cultura de trabajo colaborativa, ágil y enfocada en la mejora continua. La innovación tecnológica debe estar acompañada de una visión clara y un liderazgo que fomente la experimentación y la adaptabilidad. Solo así, las empresas podrán mantenerse competitivas en un entorno cada vez más exigente.
En resumen, la inteligencia artificial y las nuevas tecnologías no solo están aquí para quedarse, sino que son fundamentales para construir el futuro de nuestras empresas. Adoptarlas y adaptarlas a nuestras necesidades es lo que nos permitirá seguir creciendo y ofreciendo valor a nuestros clientes en el largo plazo.
El llamado a los empresarios colombianos a no temerle a la inteligencia artificial, sino a verla como una oportunidad estratégica. Según un estudio de la Cámara de Comercio de Bogotá, solo el 7% de las empresas en Colombia están aprovechando las tecnologías emergentes, incluyendo la IA, lo que representa un vasto campo de crecimiento para quienes den el paso.
Además, el BID señala que la adopción de IA en América Latina podría aumentar la productividad empresarial en un 18% en los próximos cinco años. No dejemos pasar la oportunidad: la inteligencia artificial no solo es accesible, sino que ya está demostrando su capacidad para transformar industrias y generar competitividad a nivel global. Ahora es el momento de actuar, de innovar y de liderar el futuro de nuestros negocios.
Por: Nathalia López Bernal, vicepresidenta deVML Holding