Cuando hablamos de la fuerza laboral en Latinoamérica solemos centrarnos en los Millennials, aquellas personas entre 28 y 43 años, y con justa razón; actualmente representan la mayor parte de este mercado. Sin embargo, hoy quiero traer a colación una generación que es el futuro mercado laboral: los Centennials, también conocidos como la Generación Z, aquellos menores de 27 años que iniciaron su etapa laboral durante o después de la pandemia y han traído consigo muchos cambios de paradigmas importantes.
Los Centennials son la primera generación 100% digital, hiperconectados y sin barreras para adoptar nuevas tecnologías, con un 54% de ellos integrando la inteligencia artificial en su día a día laboral y estudiantil, más que cualquier otra generación previa.
Y es que si los Millennials aprendieron a usar la tecnología como una brújula para guiar sus carreras, los Centennials nacieron con un GPS integrado, moviéndose con fluidez en un mundo interconectado donde la velocidad y la adaptabilidad son esenciales.
Para esta generación, trabajar ya no se trata solo de cumplir un horario; se trata de encontrar un propósito que los motive. Los Centennials buscan algo más allá del salario: desean trabajos que no solo paguen las cuentas, sino que también tengan un impacto positivo en el mundo. Priorizan la Diversidad, Equidad, Inclusión y Pertenencia, liderando la conversación en torno a estos valores y exigiendo a las empresas que los apliquen no solo en su estructura interna, sino también en la forma en que se relacionan con el mundo.
En este orden de ideas, prefieren empleos que permitan equilibrar su vida personal y profesional con horarios flexibles, y que les ofrezcan la posibilidad de trabajar desde cualquier lugar del mundo, desdibujando las fronteras tradicionales del espacio laboral. El entorno ideal para ellos es creativo y flexible, con el trabajo organizado por proyectos.
Imaginemos a los Centennials como arquitectos de una nueva cultura laboral, una donde las jerarquías rígidas se derriten y dan paso a estructuras horizontales. Para ellos, los líderes autoritarios se sienten como reliquias del pasado; en cambio, buscan mentores que los guíen, los escuchen y valoren su opinión. Prefieren un entorno creativo y colaborativo, donde sus ideas puedan fluir sin obstáculos, y donde el feedback no sea una evaluación ocasional, sino una conversación continua.
A las empresas que aún no se han ajustado a estas nuevas corrientes, les digo: la clave está en entender que los Centennials no son solo colaboradores; son socios en la construcción de un futuro más flexible, inclusivo y conectado. Son esa nueva generación que cuestiona los esquemas, que prioriza la calidad y balance de vida y que, más que buscar un trabajo, busca una razón para levantarse cada mañana. Ignorar su perspectiva sería como estar sin rumbo en un mundo que cambia a gran velocidad.
Es momento de escucharlos, adaptarse y, sobre todo, aprender de ellos. Porque los Centennials no solo están entrando al mercado laboral, están redefiniéndolo. Quien no esté preparado para seguir su ritmo, corre el riesgo de quedarse atrás en esta nueva travesía.
Por: Karen Scarpetta, CEO de WeWork en Hispanoamérica