Vicky Dávila, conocida por su firmeza y determinación, es una periodista que ha desafiado las expectativas y superado los obstáculos a lo largo de su vida personal y profesional. Nacida en un hogar humilde, Dávila desde temprana edad comprendió que ser mujer en una sociedad profundamente machista significaba tener que luchar por su lugar en el mundo. Durante su intervención en “She Is Global Forum”, el foro más grande de Latinoamérica hacia la equidad de género que se desarrolló en la ciudad de Medellín, la comunicadora comentó: “Desde que era pequeña, supe que ser mujer era un reto”, recordando cómo, desde niña, tuvo que ganarse un espacio en su hogar, en el colegio y más adelante en su carrera.
La historia de esta reconocida periodista colombiana está marcada por el sacrificio y la perseverancia. Creció en Buga, una ciudad del Valle del Cauca, donde vivió una infancia de esfuerzo constante, ayudando a su familia vendiendo productos como queso y lechuga. “Vivíamos en una finca… Me tocó vender cosas desde pequeña, pero nunca lo vi como una carga; al contrario, me formó inmensamente”, recuerda con una mezcla de nostalgia y gratitud.
Desde muy joven, mostró un interés innato por la comunicación y el periodismo. Sin embargo, su camino no fue sencillo. Tras mudarse a Bogotá a los 21 años, comenzó su carrera en un ambiente dominado por hombres, donde tuvo que demostrar su valía constantemente. Su vida personal también estuvo marcada por la adversidad: su primer esposo, el periodista Juan Carlos Ruiz, falleció cuando su hijo Simón tenía apenas tres meses de nacido. “En ese momento, tuve que decidir si me hundía o luchaba… y decidí luchar por mi hijo”, confiesa, una decisión que la empujó a trabajar con aún más ahínco.
A lo largo de su carrera, Victoria Dávila ha estado al frente de algunas de las investigaciones más importantes en Colombia, muchas veces enfrentando a poderosos políticos y enfrentando amenazas. “Siempre he hecho lo que creo que me toca hacer, aunque me haya equivocado mil veces. Es un trabajo que requiere 24/7 de dedicación, pero lo he hecho con amor y con la convicción de que estoy haciendo lo correcto”, afirma, consciente de los riesgos que ha asumido por su vocación investigativa.
Sin embargo, detrás de la periodista implacable, hay una mujer común y corriente, como ella misma se describe. Madre de dos hijos, Simón y Salomón, y esposa del oftalmólogo José Amiro Gnecco Martínez, Dávila encuentra en su familia su mayor fuente de fortaleza y motivación. “Lo que más me importa es que mis hijos puedan andar erguidos cuando yo ya no esté y puedan recordar a su madre como alguien honesta, que siempre actuó con decencia”, reflexiona.
Vicky Dávila también ha sido una defensora de la fuerza transformadora de las mujeres en la sociedad. En sus intervenciones públicas, no pierde oportunidad para destacar el papel crucial que las mujeres desempeñan en la transformación de la sociedad. “Las mujeres somos una gran energía transformadora… No me digan que Colombia no está lista para una mujer presidenta. Yo también creo que es momento de que una mujer gobierne nuestro país”, declara con convicción.
Su vida es un ejemplo de resiliencia. A pesar de las tragedias personales, como la violencia doméstica que presenció en su hogar y la temprana muerte de su primer esposo, Dávila ha logrado canalizar esas experiencias en una fuerza interior que la ha llevado a alcanzar logros extraordinarios en su carrera.
En uno de sus discursos más conmovedores, Dávila compartió una reflexión que sintetiza su filosofía de vida: “Lo más importante que tenemos las mujeres es ese instinto maternal, no importa si físicamente somos madres o no, porque es algo que está en todas nosotras y que aplicamos en todos los ámbitos de nuestra vida. Las mujeres somos capaces de dar la vida por nuestros hijos y eso nunca nadie nos lo podrá quitar”. Esta capacidad de proteger y cuidar, según ella, es lo que también la ha guiado en su labor periodística, en la que siempre ha buscado defender la verdad y la justicia, aunque esto signifique enfrentarse a las fuerzas más poderosas del país.
La carrera de Vicky Dávila no ha estado exenta de controversias. Ha enfrentado críticas y campañas de desprestigio, pero siempre ha mantenido su integridad y su compromiso con la verdad. “A veces el carácter o la imprudencia me han traído problemas, pero prefiero que la gente sepa cómo soy, que soy franca y honesta”, comenta, reafirmando su postura de hacer lo que considera correcto, sin importar las consecuencias.
En la conclusión de una de sus más recientes reflexiones públicas, Dávila hizo un llamado a la defensa de la democracia y la libertad, recordando los desafíos que enfrenta Colombia y la importancia del papel de las mujeres en la transformación del país. “No olviden defender la democracia, vamos a defender la libertad y no vamos a permitir que en Colombia pase lo que pasó en Venezuela”, enfatizó, recordando a todos los presentes, la importancia de la participación activa y la vigilancia constante en la preservación de los valores democráticos.
La historia de Vicky Dávila es la de una mujer que, contra viento y marea, ha logrado mantener su voz y su integridad en un entorno a menudo hostil. Es una historia de superación, de valentía y de una pasión inquebrantable por el periodismo. En sus propias palabras: “Lo más importante es poder levantarse, mirarse al espejo y estar tranquila con uno mismo. Si uno está tranquilo, es porque lo está haciendo bien”.
Con su vida y su obra, Vicky Dávila nos recuerda que, en un mundo lleno de desafíos, la autenticidad, la perseverancia y el compromiso con la verdad son las armas más poderosas que podemos tener. Su legado es una inspiración no solo para las mujeres, sino para todos aquellos que creen en el poder transformador del periodismo y en la importancia de luchar por un país más justo y libre.