Hace diez años pocos en el sector sanitario apenas si conocíamos las redes sociales y aún menos, visualizábamos el impacto que podrían tener estas populares herramientas en nuestro campo de acción, sin embargo, hoy son una realidad que nos irradia a este y a varios nichos económicos, exigiéndonos de forma contundente, desarrollar la competencia profesional y organizacional de comunicación asertiva y eficiente frente a las pantallas.
Facebook, Instagram, YouTube y TikTok, especialmente, se abren campo no solo a la hora de promocionar servicios, sino para marcar la diferencia en cifras incluso en los servicios de salud, escenario en el que por su rigor y especialización se creía que dichas plataformas no se posicionarían con tal ascenso.
En la actualidad, las redes sociales se convierten en una de las vitrinas más relevantes para el país, claro ejemplo el auge del turismo médico en Colombia que recibe según el Ministerio de Industria Comercio y Turismo, más de 50 mil extranjeros al año - con la intención de tratar y prevenir una enfermedad o realizarse intervenciones estéticas—. Foráneos que llegan direccionados y atraídos, sin duda y en su gran mayoría, por la gestión, calidad y promoción de contenido de su interés en salud y bienestar, a través de escenarios digitales.
Las redes como fuente de información médica
Para no ir tan lejos y ejemplificando un poco el alcance, imaginemos que tuviésemos la intención de realizarnos una intervención quirúrgica, una de las principales fuentes por no decir que la primera a la que apelamos es internet, para consultar sobre todo lo que esta implica, referencias sobre el lugar, el cirujano, los riesgos, las ventajas… hoy nos remitimos a la red cuando recibimos un diagnóstico médico y queremos profundizar, o incluso nos precipitamos para buscar nosotros mismos posibles respuestas a síntomas. Actualmente, 8 de cada 10 personas buscan respuestas a sus problemas de salud, primero en el ecosistema digital.
¿Y quiénes responden?
Aquí está el punto de inflexión, no siempre son los especialistas en cada área de la salud los que participan con información veraz, científica o desde su experiencia profesional. En las comunidades virtuales -cada vez más comunes- aún se lamenta la falta de mayor protagonismo de expertos, y no solo hago referencia a los médicos, también a importadores especializados de dispositivos médico-quirúrgicos (implantes), IPS, comunidad científica, que sepan del todo de qué se habla y sobre todo que configuren argumentos seguros para las personas. Poco a poco vamos avanzando, es verdad, pero nos urge mayor decisión como especialistas para abordar nuestros saberes, según corresponda y compartirlos con el ciudadano digital.
Además, no se debe desconocer el aumento de influencers de otras ramas en las redes sociales que tocan al sector salud en temas como fitness, nutrición, estética o incluso salud mental, entre otros, aproximaciones, que no están mal - en ocasiones se encuentra información de valor—, pero definitivamente el hecho debería animar a aquellos que tienen el saber amparado en el respaldo académico y científico a sumarse a esta ola de redes y pantallas.
¿En el sector salud estamos preparados para este auge de las redes sociales y para estar activos en el entorno digital?
Por supuesto que no, unos especialistas más que otros han evolucionado de manera exitosa, cómo es el caso de los cirujanos plásticos, dermatólogos y odontólogos que se han destacado, y lo hacen de forma estupenda e inspiradora, pero aún existe una brecha enorme incluso entre los mismos gremios.
Además, reitero, esta responsabilidad no solo recae en los médicos, somos varios los actores que estamos llamados a aportar, y me detengo en esta oportunidad haciendo un llamado a las casas médicas de dispositivos quirúrgicos, que tenemos una responsabilidad impetuosa con los usuarios que son en este caso tanto pacientes como cirujanos, en el marco de garantizar la inocuidad de los productos —en este caso los implantes quirúrgicos—, la información abierta y transparente sobre el mismo, procedencia, características técnicas, patentes, garantías, estudios científicos, respaldo de registros sanitarios nacionales e internacionales, logística y almacenamiento, aspectos que repercuten directamente en los resultados y en el funcionamiento en el cuerpo humano. Las casas médicas de dispositivos médico-quirúrgicos, somos la primera fuente de información de un producto que el paciente llevará consigo durante toda su vida y del cual deberíamos ofrecer suficiente información en la ventana digital.
Hay quienes afirman que para obtener resultados y generar contenidos en las redes e indicadores destacados, están las agencias de publicidad y marketing, y en efecto nos orientan, nos plantean una estrategia, pero todo con base en el mensaje que como especialistas deseamos compartir. El contenido, el argumento, la información, el rigor científico, está en manos del que se ha preparado. Y por ello el llamado a quienes integramos y nos hemos especializado en una rama de la salud a dar pasos más decididos que nos permitan convertirnos no solo en ciudadanos digitales sino en líderes de dicho ecosistema.
La academia también tiene su cuota de responsabilidad y dadas las circunstancias se podría pensar en habilitar módulos y espacios para desarrollar dichas competencias en los profesionales de la salud, en aras de una preparación para tener la relevancia que merecen cuando de salubridad se habla en las redes sociales.
¿De especialistas en ramas de la salud a Influencers?
Más allá de querer ganar seguidores, el reto verdadero tiene que ver inicialmente con la concientización de los expertos para desear ofrecer contenido seguro, es incluso un tema de responsabilidad social si quiere ver desde el sentido más altruista: ofrecer información de calidad, veraz y contrastada y que evite aquellas que son populares, pero que pueden poner en riesgo la salud de las personas. Vale la pena entonces preguntarnos a todos quienes hacemos parte del sector salud ¿Qué papel ocupamos en el nuevo entorno digital y que tipo de contenidos estamos generando?
Por: Catalina Garnica, fundadora y CEO de Piemca