En el ámbito profesional, la capacidad de liderar de manera efectiva está intrínsecamente vinculada a nuestra atención y enfoque. La frase “pon atención a lo que pones atención” resuena especialmente en un entorno donde los líderes se enfrentan a constantes cambios, problemáticas y desafíos. La forma como dirigimos nuestra atención no solo afecta nuestra salud mental, sino que también impacta la cultura organizacional y el bienestar de nuestros equipos.

En el ámbito profesional, la capacidad de liderar de manera efectiva está intrínsecamente vinculada a nuestra atención y enfoque. | Foto: Getty Images

La integración de la vida personal y laboral es esencial para mantener una cabeza saludable. En un contexto donde las líneas entre el trabajo y la vida personal se difuminan, es fundamental establecer límites claros y priorizar el autocuidado. Esto significa dedicar tiempo a la reflexión, la meditación y actividades que nos recarguen energías. Al cuidar de nosotros mismos, podemos enfrentar los desafíos con una mente clara y un enfoque renovado, lo que a su vez nos permite liderar con mayor efectividad.

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Un aspecto crítico del liderazgo es la capacidad de saltar de los problemas a las soluciones. En lugar de quedarnos atrapados en los desafíos, debemos cultivar una mentalidad orientada a la solución. Esto implica fomentar un ambiente donde se valore la creatividad y la innovación, alentando a los equipos a proponer ideas y experimentar sin miedo al fracaso. Al adoptar esta mentalidad, transformamos los obstáculos en oportunidades de crecimiento y aprendizaje.

El burnout, el síndrome de desgaste profesional, es un riesgo real que a menudo se ve exacerbado por la falta de delegación y confianza en los demás. Muchos líderes sienten que deben cargar con todo el peso de sus responsabilidades, lo que no solo es insostenible, sino que también puede llevar a una disminución de la productividad y la moral del equipo. Al aprender a delegar, no solo liberamos nuestra carga, sino que también empoderamos a nuestros colaboradores, fomentando un sentido de propiedad y responsabilidad en el trabajo. Esta confianza en los demás no solo mejora la dinámica del equipo, sino que también crea un espacio donde cada miembro se siente valorado y capaz de contribuir de manera significativa.

¿Cómo enfrentar las crisis laborales? : Getty images. | Foto: Foto: Getty images.

La atención consciente es otra herramienta poderosa. Practicar la atención plena nos permite estar presentes en el momento y mejora nuestra capacidad de respuesta ante situaciones difíciles, ayudándonos a mantener una perspectiva clara y objetiva. Al cultivar esta habilidad, los líderes pueden gestionar mejor el estrés y abordar los desafíos con una mente abierta y receptiva.

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En conclusión, “pon atención a lo que pones atención” es un recordatorio poderoso para todos los líderes empresariales. Al integrar la vida personal y laboral, enfocarnos en soluciones, confiar, delegar y practicar la atención plena, no solo mejoramos nuestra salud mental, sino que también creamos organizaciones más resilientes y efectivas. En un mundo que a menudo nos empuja hacia el agotamiento, elegir dónde dirigir nuestra atención puede ser la clave para un liderazgo estable, sostenible y exitoso. Al final, un líder saludable y equilibrado es un líder que puede guiar a su equipo hacia un futuro brillante y próspero.

Por: Catalina Ricaurte, gerente general de Merck para Colombia y Ecuador