Hoy, nombres como el de Linda Caicedo, Catalina Usme y Mayra Ramírez son conocidos en todo el país y en el mundo. Aún para quienes no son amantes del fútbol, cuando se nombra a alguna de estas deportistas, algo hace clic en su memoria y logran identificarlas. Sin embargo, ese reconocimiento es relativamente nuevo. Y es que el fútbol femenino ha venido ganando terreno; un logro que se ha dado a punta de sudor, trabajo duro y talento de un grupo de mujeres que decidió seguir su sueño y dedicarse a este tremendo deporte y, en el camino, echar al traste las percepciones erróneas que nos quitan espacio y oportunidades a las mujeres, con base únicamente en el género.
Tal vez el oro panamericano que ganó el equipo nacional en 2019 fue el momento en el que el país abrió los ojos y nos permitió agudizar el oído para sumarnos a ese grito de gol. Sin embargo, definitivamente la Copa América de 2022, y la tremenda representación de las jugadoras de la Selección, fue lo que les abrió las puertas no solo de los hogares y corazones de los colombianos, sino incluso a algunos de los clubes más prestigiosos del mundo. Pero en este proceso, lo más importante y que no se nos puede olvidar es que detrás de ellas, viene una nueva generación de niñas que sueñan con desarrollar todo su potencial deportivo y futbolístico y se inspiran en estas mujeres superpoderosas que nos han hecho ilusionar y vibrar con su talento.
Es absolutamente innegable que el deporte puede convertirse en una herramienta fundamental para transformar no solo el futuro de nuestras jóvenes, sino -en una escala más amplia- nuestra sociedad como conjunto. De hecho, según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, el deporte ofrece una oportunidad a los grupos juveniles en riesgo de desarrollar habilidades para la vida que les permitan enfrentarse de manera efectiva a los desafíos diarios y alejarse de su implicación con actos violentos, criminales o de abuso de drogas. Por eso, iniciativas que le apuntan a mejorar la calidad de vida de las nuevas generaciones a partir de la actividad física, son de la mayor importancia para impulsar los cambios que necesita nuestro país.
Atendiendo a esa necesidad, y con el propósito de fomentar un cambio social significativo, en Grupo Bimbo pusimos en marcha el programa “Campeonas de Sueños”. Esta iniciativa está diseñada para impulsar la equidad de género, salud, gestión menstrual y la nutrición, llegando a impactar positivamente la vida de más de 2.500 niñas entre 10 y 16 años en nueve países de la región. Este año, nos hemos propuesto beneficiar a más de 600 jóvenes colombianas en ciudades como Medellín, Cali, Tenjo, Bogotá y Barranquilla, dándoles formación y dotándolas con uniformes y productos de protección femenina que les entregamos a través de una alianza estratégica con la marca Ladysoft.
En la lucha por la equidad de género, el fútbol femenino en Colombia se erige como un poderoso símbolo de cambio y progreso. A través del deporte, las mujeres hemos demostrado nuestra capacidad, fortaleza y determinación, desafiando las barreras y prejuicios que aún persisten. Trabajar por la equidad de género no es solo una cuestión de justicia, sino también una inversión en el potencial humano que beneficia a toda la sociedad. Al apoyar y promover el fútbol femenino, no solo celebramos los logros de las atletas, sino que también fomentamos un futuro más inclusivo y equitativo. Que el espíritu de equipo, la pasión y la perseverancia que caracterizan al fútbol femenino inspiren a cada uno de nosotros a contribuir en la construcción de un país donde la igualdad de oportunidades sea una realidad palpable para todas y todos.
*Por Paula Pacheco, gerente Asuntos Corporativos y Comunicaciones Bimbo Latin Centro