El 26 de enero de 2011, John Fredy Acosta Caldas presentó una denuncia contra Ritchi S.A., porque consideraba que la publicidad de las medias “Slack Descanso”, era engañosa. Por un lado, adujo el cliente, las medias se estaban vendiendo con la promesa de que “Previene y controla la vena várice. Compresión graduada”, lo cual no era cierto, en la medida en que el producto no tenía las medidas necesarias para hacerlo. Al menos, a esta última conclusión llegó la Superintendencia de Industria y Comercio, luego de las pesquisas que practicó, en las cuales no contó con un documento de Ritchi en el que certificara científicamente los “milagros” de su producto. La empresa adujo que “los mensajes (...) deben ser analizados en general y no cada una de sus partes. Si bien una frase de un anuncio es falsa, esto no quiere decir que induzca a engaño, en la medida en que el consumidor es capaz de evaluar dicho engaño”. La fabricante y comercializadora de medias veladas presentó de manera extemporánea el informe técnico que soportara la información contenida en los empaques, pero el contenido del mismo no comprueba que el producto prevenga la vena várice. La multa para Ritchi S.A. fue por $22,7 millones, equivalentes a 40 salarios mínimos legales mensuales vigentes, y el acto administrativo contó con el respectivo derecho de apelación. Para tomar la decisión, el ente de vigilancia y control tuvo en cuenta además dos testimonios más de clientes que no se sintieron conformes con el efecto de las medias “Slack Descanso”.