En Rusia cayó otro favorito, tal vez el más grande de todos. Brasil pereció ante una combinación de suerte y eficacia belga. Con el 2 a 1 en contra y al minuto 92, Douglas Costa, desde el costado derecho, habilitó a Neymar quien, desde fuera del área y con una técnica deslumbrante, remató. Courtois, el portero, voló y la sacó con la punta de los dedos. Era la última. Ahí se selló el destino de la canarinha. Esa jugada fue el reflejo de lo que ocurrió en los otros 90 minutos. Los sudamericanos lo dejaron todo, pero les faltaron unos cuantos centímetros para embocar el arco, o tal vez le faltó la suerte del que está destinado a ser campeón.Fueron 27 remates de Brasil contra 9 de Bélgica y el 58,6% de la posesión de los sudamericanos contra el 41,4% de los europeos. Pero no alcanzó. Bélgica jugó buena parte del segundo tiempo metida en su área, defendiendo con todo lo que tenía, mientras esperaban un contragolpe para poner a correr a sus balas, Lukaku y Hazard, y de esta forma buscar la liquidación.Los brasileños pusieron el corazón y, a ratos, el jogo bonito. Neymar, Coutinho y Douglas Costa, quien entró al final, dirigieron la orquesta, pusieron a sus rivales contra las cuerdas. Eso fue lo que se vivió en los 45 minutos finales, sin embargo, el destino parecía fijado desde el primer tiempo. Bélgica abrió el marcador con una jugada fortuita. Un tiro de esquina cobrado por Nacer Chadli picó en la mano de Fernandinho, y se embocó en la puerta propia.Con Brasil jugado al ataque, al minuto 31, Lukaku corrió como un toro media cancha, evadiendo rivales a punta de potencia, y habilitó a Kevin de Bruyne, quien lanzó un zapatazo cruzado, desde afuera del área, y venció a Allison, que se estiró pero no alcanzó a llegar. La apuesta del contrataque les salió redonda a los belgas.Los brasileños nunca dejaron de intentar. Thiago Silva ya había estrellado un cabezazo en el palo, y a esa opción se le sumaron remates en los que Thibaut Courtois se mostró imbatible. Atajó nueve balones que iban directo al arco. Pero el merecido descuento solo llegó al 76. Coutinho, con una pegada exquisita, colgó un balón en el área y Renato Augusto venció a los gigantes centrales europeos, cabeceo con cálculo. Courtois se estiró tanto como le dio el cuerpo, pero no alcanzó a despejar. Fue el descuento.
En los 15 minutos restantes -20, con el descuento- Brasil se lanzó como una tromba, mientras que Bélgica intentó enfriar el partido haciendo cambios e interrumpiéndolo con algún jugador que se echó al piso. Al final, el tiempo no le alcanzó. Los pentacampeones, los de Tite, los favoritos de muchos, se fueron de Rusia pero de una manera distinta a como se despidieron de su propio Mundial, 4 años atrás.Contrario a la Selección humillada por Alemania, esta dejó la sensación de un fútbol bonito, digno de la tradición del país de Pelé, Zico, Ronaldo y Ronaldinho.