Lo mejor que le puede pasar a Colombia es que nadie hable de ella, que ni la mencionen, que Pelé no vuelva a considerarla favorita como lo hizo poco antes de USA 94 para luego tener que regresar con el rabo entre las piernas. A seis días de comenzar el Mundial, la selección va bien: no aparece entre los 10 equipos con opción de alzar la Copa Mundo.Puede leer: “Me quedó el corazón partido en 50 millones de pedacitos”: el sentido mensaje de Frank FabraJosé Mourinho, el exentrenador del Real Madrid y ganador de un par de Champions, cree que Colombia no avanzará a la segunda ronda, que la derrotarán Senegal y Polonia. El Observatorio del Fútbol (CIES) hizo una medición en la que el país, entre los favoritos, ocupa el lugar 12 entre los 32 participantes de Rusia 2018, que comienza el próximo jueves. Hay otro dato, de momento, poco alentador: antes de Brasil 2014 la tricolor ocupaba el octavo lugar en el escalafón de la Fifa, hoy tiene el 16. Solo Tité, el técnico de Brasil, dijo por allá en febrero que el equipo que dirige Pékerman es su favorito.

No es por alarmar, pero Colombia genera escepticismo y eso suena muy raro si se tiene en cuenta que en el pasado Mundial fue quinta en la clasificación general (con un rendimiento del 80 por ciento) y solo el local la pudo derrotar en cuartos de final.Le recomendamos: Se definió la lista de los 23 de la Selección Colombia para el Mundial de RusiaHabría varias razones para entender esta tendencia: los partidos de las eliminatorias del equipo que lideran James y Falcao tuvieron muchos altibajos; si bien siempre defiende bien, su producción en ataque es limitada, pues hizo la mitad de los goles que, por ejemplo, anotó Brasil. A esto se le sumaría que algunos de sus titulares están más en la banca que en la cancha, como Yerry Mina, en Barcelona; David Ospina, en Arsenal; Juan Guillermo Cuadrado, en Juventus; y Abel Aguilar, en Deportivo Cali. Y no menos inquietante es que en algunas posiciones la selección deja dudas, como el lateral izquierdo, el volante central y los extremos. Muchos, dentro y fuera del país, además se preguntan cómo es que un equipo relumbra y le gana a Francia en París, pero luego a duras penas empata con Egipto.

Pero el fútbol demuestra, hasta la saciedad, que disfruta rompiendo cualquier análisis, número o pronóstico. Y Colombia, para bien o para mal, suele despedazar tales lógicas. Lo mínimo que se puede esperar de esta selección es que avance a la segunda ronda, pues debería superar en su grupo a Polonia, Senegal y Japón, que tienen el mismo nivel de dificultad que sus rivales en Brasil 2014: Grecia, Costa de Marfil y los mismos nipones. Hace cuatro años el equipo ganó sobrado los tres partidos.Ahora Colombia no tiene a su gran capitán, Mario Alberto Yepes, pero sí a Falcao García, que después de una larga lesión regresó peligroso como siempre en el área rival. Y James Rodríguez no es el mismo de hace cuatro años: en este momento tiene la experiencia de haber jugado en el Real Madrid y en el Bayern, en el que ya no es tan vertiginoso, pero sí más cerebral. La posibilidad de que a ellos se les sume en la cancha el talentoso Juan Fernando Quintero hace soñar a más de uno.Y puede que Pékerman justifique las críticas que recibe de la prensa, pero el argentino, lo dicen las estadísticas, siempre llegó lejos en los mundiales, bien sea de mayores o juveniles cuando estuvo al frente de la Albiceleste. Pero más allá de esto ha demostrado que sabe cómo motivar al jugador colombiano, que sabe explorar su talento y que tiene movidas de ajedrecista.

Si Colombia avanza le esperarían, otra vez según los pronósticos, Inglaterra o Bélgica. Los primeros gozan de una nueva generación de futbolistas –guiados por el extraordinario goleador Harry Kane– que quieren acabar con la mala racha de participaciones en los mundiales. Dice la historia que los ingleses se hunden cuando salen de sus islas.‘Los diablos rojos’, como apodan a los belgas, es tal vez el mejor equipo hombre por hombre. Hazard, Courtois, De Bruyne, Mertens Vermaelen o Lukaku representan lo mejor del fútbol europeo. Sin embargo, Bélgica se queda corta cuando enfrenta grandes retos.Si supera uno de estos duros escollos, en cuartos de final el rival, según la lógica, sería Alemania, actual campeón del mundo y gran candidato. El único antecedente es aquel glorioso 1-1 en el que Freddy Rincón empató al final del partido en Italia 90. Y como aquella vez, pronóstico reservado. La Selección Colombia ha enseñado que la moderación es el mejor estado de ánimo.