El presidente Álvaro Uribe, de Colombia, y su homólogo venezolano Hugo Chávez protagonizaron una bochornosa discusión este lunes en el encuentro de mandatarios latinomericanos en Cancún (México), donde se celebra la XXI Cumbre del Grupo de Río. Durante un almuerzo privado los dos mandatarios se trenzaron en una discusión que tensionó el ambiente. Uribe le reclamó al mandatario venezolano por las medidas económicas adoptadas por ese país contra Colombia y Chávez lo acusó de hacer parte de un complot para matarlo, según confirmaron varias fuentes diplomáticas que presenciaron el altercado. Uribe le dijo: “sea varón. Estos temas se discuten en estos foros. Usted es valiente para hablar a distancia y cobarde para hablar de frente”. El mandatario colombiano también le reclamó a Chávez por su apoyo a las Farc y en respuesta éste le dijo: "vete al carajo". Los presidentes de Cuba, Raúl Castro; el anfitrión, Felipe Calderón; y el dominicano Leonel Fernández, tuvieron que intervenir para calmar los ánimos y plantear que no era posible que sucediera algo así en una cumbre que busca la unidad de América Latina. Lo ocurrido trascendió a través de Twitter y, en poco tiempo, las agencias de información ya tenían en sus portales de Internet notas que relataban el impasse. El periodista de CNN Daniel Viotto informó en su cuenta de Twitter que en la reunión, de carácter privado, no hubo medios ni fotos "pero sí muchos testigos que vieron la discusión". En la noche, el presidente Calderón anunció que los antagónicos mandatarios aceptaron la intervención de una comisión de países amigos para resolver la crisis diplomática que comenzó luego de que Colombia firmara un acuerdo militar que le permite a Estados Unidos usar bases del Ejército colombiano para combatir el narcotráfico y el terrorismo. Sin referirse al desencuentro, el Presidente mexicano dijo que Venezuela y Colombia acordaron resolver sus “diferencias a través de un diálogo respetuoso, para lo cual se comprometieron a procurar construir las condiciones que lo hagan posible con el apoyo de un grupo de países amigos que le dé seguimiento a ese proceso”. Los países que acompañarán el proceso de diálogo serán Argentina, México, República Dominicana y Brasil. El compromiso de los mandatarios, según Calderón, fue que Colombia y Venezuela, a través del diálogo solucionarán problemas, desafíos y diferencias. Asi mismo, los dos paises se comprometieron a evitar los señalamientos y recriminaciones. Chávez se mostró conforme con la iniciaiva de formar una comisión de países amigos para restablecer la relación entre Colombia y Venezuela. Dijo que estaba dispuesto a trabajar para “que tengamos la capacidad de no tirarnos piedras, porque hay factores que juegan siempre a eso, a impedir la unidad. Es una historia vieja, el divide y reinarás”. Casi al mismo tiempo, Uribe también se pronunció. Primero desautorizó al ministro de Defensa, Gabriel Silva, por hacer pronunciamientos sobre el vecino país. “Me veo obligado desde México a pedir a los compañeros de Gobierno, en este caso al apreciado Ministro de Defensa, el doctor Gabriel Silva, que no puede haber declaraciones sobre Venezuela, y menos sin consulta”, dijo Uribe. El lunes, Silva manifestó preocupación por la conformación de milicias bolivarianas en Venezuela. "Nos preocupa que el gobierno de Venezuela construya guardias pretorianas para defender no a unas instituciones, sino a unos individuos, y además nos preocupa de manera muy especial que no exista ningún control sobre estas milicias", sostuvo el Ministro. Así mismo, el Presidente colombiano aceptó el acuerdo propuesto por el Grupo de Río en torno a la tensa situación que se vive entre Colombia y Venezuela. “Tiene dos puntos: Primero, que los países, los Gobiernos (de Colombia y Venezuela), cesarán las intervenciones públicas que hagan daño. Lo aceptamos en los términos en que lo diga la Declaración del Grupo de Río, el Presidente de México. Y segundo: que se buscará un grupo de países, de personalidades, de instituciones, de confianza de Venezuela y de Colombia, que ayuden a superar estas diferencias”, informó el Jefe de Estado colombiano. Buen ambiente en reunión entre Uribe y Correa En contraste, los diálogos con el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, van por buen camino. La noche del lunes se concretó, en medio de ambiente cordial, el encuentro programado entre Uribe y Correa. Esta reunión, aunque el mismo Gobierno colombiano reconoció que no “supone un restablecimiento inmediato de las relaciones” entre ambos países, rotas desde el 3 de marzo de 2008, sí significa un importante avance en los diálogos. "En lo fundamental, los Presidentes reiteraron la voluntad de avanzar en los mecanismos que permitan normalizar las relaciones, sabiendo que hay una hoja de ruta establecida por la voluntad de los dos Presidentes y acordada entre los dos Cancilleres, que implica que hay una comisión de asuntos sensibles, donde se tratan los temas de interés y las preocupaciones de lado y lado. Se acordó convocar lo antes posible esta comisión, que además cuenta con el apoyo de la OEA, para precisamente tramitar estos temas sensibles", dijo el canciller colombiano, Jaime Bermúdez, sobre la reunión. Además, el encuentro del lunes es la segunda vez que Uribe y Correa intercambian palabras este mes, pues los mandatarios también hablaron en Quito (Ecuador), el pasado 9 de febrero, en el marco de la cumbre de la Unasur. Aunque el ánimo con el que llegaron ambos presidentes a la reunión es el mejor desde que se desató la crisis por el bombardeo colombiano a un campamento de las Farc en territorio ecuatoriano, hecho en el que murió el entonces número dos de ese grupo guerrillero ‘Raúl Reyes’, es precisamente este tema el que aún genera diferencias entre las partes. El sábado, Correa aseveró que la reunión con Uribe no significa el restablecimiento total de las relaciones bilaterales porque, según él, "Colombia no ha cumplido" con varias de las condiciones planteadas por Ecuador. Entre esas condiciones están la entrega de información y videos sobre el ataque que el Ejército colombiano. "No podemos restablecer totalmente las relaciones hasta no tener las satisfacciones del caso", recalcó el mandatario ecuatoriano.