Con una canasta familiar valorada en 495,54 dólares a septiembre y un salario mínimo de 130 bolívares, o 3.7 dólares al cambio oficial, una familia venezolana de cinco miembros debería asegurar entradas que sumen 133 salarios mínimos para suplir las necesidades del hogar.
Así lo concluye un estudio del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), de acuerdo con el cual las familias venezolanas necesitaron el mes pasado siete salarios mínimos más que en agosto para hacerse con los 60 productos que conforman la canasta básica.
Las cifras son otra manifestación de la grave crisis que vive el país, que salió hace dos años de una hiperinflación iniciada en 2017 y que redujo el valor del bolívar.
A su vez, ello implicó que los venezolanos perdieran confianza en su moneda nacional y migraran hacia el dólar para sacarle un mejor provecho a sus ingresos.
De acuerdo con Cendas-FVM, en septiembre, un núcleo familiar de cinco personas tuvo que ganar 16.51 dólares diarios, ante la carestía de la vida.
En ese sentido, el sector que presentó mayores alzas fue el de las frutas y hortalizas, con un alza de 10,01 %. Le siguen la leche, el queso y los huevos, con 6.12 %, y las carnes y sus derivados, con 5.78 %.
La crisis es tal, que, desde el último incremento en marzo de 2022, el salario mínimo ha perdido el 90% de su poder adquisitivo, debido a la disparada del dólar, indicador del cual depende la fijación de los precios.
Por su parte, la inflación parece no ceder. Según datos del Banco Central de Venezuela (BCV), el acumulado llegó a 158.3 por ciento hasta septiembre pasado.
Mientras tanto, los precios aumentaron en promedio 8.7 por ciento el mes pasado, es decir, más que en agosto, cuando fue de 7.4 %.
Como lo anotó la ONG, la inflación ha aumentado en meses recientes, pero no se compara con lo sucedido en enero pasado, cuando fue de 42.1 por ciento, que fue la variación mensual más alta en el país en los últimos dos años.
Ahora está por verse cómo repercutirá en la economía del país el alivio de algunas sanciones por parte de Estados Unidos anunciado recientemente.
El pasado jueves, los precios del petróleo volvieron al alza, con una débil respuesta del mercado al posible aumento de las exportaciones venezolanas, que no hicieron contrapeso al temor de una conflagración en Medio Oriente.
El precio del barril de petróleo Brent para entrega en diciembre avanzó de 0,96 % a 92,38 dólares.
Los precios del oro negro habían caído en un primer momento como respuesta al anuncio hecho, el pasado miércoles, sobre la mitigación de sanciones.
Washington decidió volver a autorizar las compras de petróleo venezolano durante seis meses.
Esta decisión se produce tras la firma de un acuerdo el martes entre el gobierno del presidente Nicolás Maduro y la oposición, sobre la realización de elecciones presidenciales en el segundo semestre de 2024.
Sin embargo, varios analistas estimaron que el alcance de la medida sobre el petróleo todavía es incierto.
“Si todo va mal en Oriente Medio, no será lo poco que Venezuela logre extraer de sus decrépitas infraestructuras lo que compense una posible interrupción de los aprovisionamientos desde el Golfo”, dijo Stephen Schork, de Schork Group al referirse a la calidad considerada débil del petróleo venezolano, pesado y con alta concentración de azufre.
“El alivio que podría ofrecer el petróleo venezolano al mercado sería mínimo”, indicó en una nota Edward Moya, analista de Oanda.
El mercado todavía teme a que la guerra entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamás se extienda, con el posible involucramiento de Irán.
Si el estrecho de Ormuz, único punto de salida para varios de los más grandes productores de crudo, se interrumpe “podríamos volver a los máximos del año pasado (139,13 dólares para el Brent en marzo de 2022) y es posible que se ponga a prueba el récord (147,50 dólares en 2008), alrededor de los 150 dólares”, añadió Stephen Schork.
Con información de AFP.