Tres de cada diez personas, o casi 325 millones, en las Américas corren un mayor riesgo de enfermar "gravemente" si contraen la covid-19 debido a sus condiciones de salud subyacentes, como la diabetes o la hipertensión, según ha avisado la Organización Panamericana de la Salud (OPS). "Desafortunadamente, muchas de estas condiciones médicas están muy extendidas en las Américas, lo que hace que nuestra región sea más vulnerable", ha afirmado la directora de la OPS, Carissa F. Etienne.
Además de la diabetes o la hipertensión, también destacan la enfermedad renal, las enfermedades infecciosas, como la tuberculosis, o las personas que están inmunosuprimidas. Las personas mayores de 65 años corren un mayor riesgo de contraer enfermedades más graves, ya que la probabilidad de desarrollar múltiples condiciones de salud aumenta con la edad. "Pero los adultos en edad laboral, que se refiere a las personas de 15 a 64 años, no son inmunes, ya que muchos de ellos viven con una o más condiciones de salud subyacentes. La diabetes y la enfermedad renal crónica, en particular, son especialmente frecuentes entre las poblaciones adultas", ha insistido la Directora de la OPS. "Lo que vemos es preocupante", ha zanjado Etienne. "Estamos hablando de 186 millones de personas en América Latina y el Caribe", ha revelado. En Estados Unidos, Canadá y México, una de cada tres personas corre un mayor riesgo de covid-19 vgrave, es decir, 43 millones de personas. "Dentro de este grupo, los hombres tienen el doble de probabilidades que las mujeres de estar en alto riesgo de desarrollar covid-19 grave", ha señalado. Así las cosas, la OPS ha desarrollado un nuevo modelo de datos en asociación con la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres que proporciona una imagen más precisa de la prevalencia de las condiciones de salud en el continente americano.
La herramienta ayudará a los países con datos específicos "a adaptar sus respuestas a la covid-19 y proteger mejor a las poblaciones vulnerables de las enfermedades crónicas que amenazan su salud", ha explicado Etienne. También hay estrategias para proteger a las personas con condiciones subyacentes, que van desde el autoaislamiento con asistencia hasta la prestación de recursos y sistemas de apoyo adecuados. Estas acciones, según la directora de la OPS, pueden ayudar a los países a reducir las muertes entre los grupos vulnerables, aplanar la curva y preservar la capacidad de los servicios de salud. "Con el aumento de los pacientes con la covid-19, muchos sistemas de salud carecen del personal, el espacio y los suministros para ofrecer adecuadamente la atención de rutina. Esos cambios han retrasado los tratamientos para pacientes con cáncer y la diálisis para aquellos con enfermedad renal crónica. Las personas con diabetes se están quedando sin insulina y los pacientes con VIH tienen que preocuparse por continuar su tratamiento", ha lamentado. Adaptar una respuesta Por ello, según la OPS, los países pueden adaptar su respuesta para proteger a los grupos de riesgo vulnerables e implementar programas innovadores para ayudar a las personas a gestionar de forma segura y coherente sus condiciones con la herramienta desarrollada. Esto incluye el aumento de las capacidades de telemedicina y el establecimiento de puntos de apoyo nuevos para la atención, lo que permite que las personas con enfermedades crónicas sean vistas por un profesional de la salud lejos de pacientes sospechosos de covid-19.
Etienne ha hecho hincapié en que los países se aseguren de que se aconseje a los grupos vulnerables que se conecten con sus proveedores de atención médica para asegurarse de que tienen los medicamentos y suministros que necesitan para manejar de forma segura sus condiciones. "Este es también el momento de confiar en que sus amigos y familiares hagan los recados (por estas personas), para que puedan minimizar los viajes fuera de sus hogares. Y en la medida de lo posible, las personas deben mantener una rutina saludable en casa que incluya ejercicio regular y alimentos nutritivos", ha aconsejado. Hasta el 20 de julio, se han notificado 7,7 millones de casos y más de 311.000 personas han muerto por covid-19 en América. Sólo en la última semana ha habido casi 900.000 nuevos casos y unas 22.000 muertes, la mayoría en Brasil, México y Estados Unidos. En la cuenca amazónica, la covid19 continúa propagándose con aumentos significativos en puntos calientes localizados en Bolivia, Ecuador, Colombia y Perú, mientras que los países centroamericanos están reportando sus mayores aumentos semanales de casos covid-19 desde que comenzó la pandemia.