Israel se convirtió, desde su creación hace 75 años, en una de las economías más prósperas del planeta, con empresas líderes en sectores como la agricultura y las tecnologías de punta, aunque con desigualdades sociales flagrantes.

Israel, que se describe como una “nación start-up”, ocupa el puesto 14 en el ranking de países según su PIB per cápita de 2022, por delante de las primeras cuatro economías europeas (Alemania, Reino Unido, Francia e Italia), de acuerdo con las últimas estadísticas del Fondo Monetario Internacional (FMI).

El embajador de Israel en Colombia, Gali Dagan, en diálogo con SEMANA, narró cómo un país tan joven logró en tan poco tiempo estos avances.

“Son varios factores. El primero, que tenemos una historia común a todos nosotros y el denominador común de nuestra religión, de nuestra cultura. Lo segundo son las amenazas permanentes de afuera que nos han hecho esforzarnos en encontrar soluciones en el ámbito de defensa y a construir nuestras fuerzas militares. Lo tercero, es que la escasez de recursos naturales nos obligó a inventar soluciones. Es un espíritu profundo de emprendimiento, de innovación. Y, por último, el pluralismo, que está muy presente en nuestra religión y cultura. Así se construyó un país en tan poco tiempo”, dice.

Activistas ondean banderas israelíes durante una protesta en Tel Aviv, Israel. | Foto: AP

Las cifras del país hoy son envidiables. El crecimiento económico fue del 6,5% en 2022, por debajo del 8,6% de 2021, pero muy por encima del promedio (2,8%) de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

La inflación está relativamente bajo control y el déficit presupuestario está contenido en gran medida.

La ciberseguridad se ha convertido en uno de los motores de la economía, principalmente con Check Point, uno de los líderes mundiales en ese sector.

Israel también está a la vanguardia de la innovación en biotecnología y agricultura. La empresa Netafim, especializada en tecnologías de riego en el desierto de Néguev desde la década de 1960, se expandió internacionalmente.

La industria armamentística, con el trío Elbit, Israel Aerospace Industries (IAI) y Rafael, sigue siendo un buque insignia de la economía israelí con lucrativos contratos en el extranjero.

La experiencia israelí también se encuentra en muchas multinacionales de alta tecnología, destaca Daniel Rouach, presidente de la Cámara de Comercio Franco-Israelí.

“En los componentes que se encuentran en las grandes multinacionales como Intel o Google hay conocimiento tecnológico israelí”, afirma.

Mujeres sentadas junto a la Mezquita de la Cúpula de la Roca en el complejo de la Mezquita Al-Aqsa en la Ciudad Vieja de Jerusalén, el viernes 27 de enero de 2023. | Foto: Copyright 2023 The Associated Press. All rights reserved.

Waze, la aplicación mundialmente conocida de asistencia para el desplazamiento automobilístico, era israelí antes de ser comprada por Google. En una visita a Colombia, su creador, Uri Levine, contó cómo llegó a crear esa app que hoy es indispensable para millones en sus viajes diarios.

Tras identificar las dificultades de la movilidad de las ciudades modernas, vieron una oportunidad de negocio y por ello desarrollaron una solución móvil que les permite a los conductores conocer la información de ruta para ahorrar tiempos y costos.

Esta plataforma, según Levine, ha tenido un crecimiento excepcional desde su nacimiento en Israel, lo cual motivó al gigante tecnológico Google a comprarla en junio de 2013 por US$1.100 millones.

“Cuando vendí Waze tenía apenas 50 o 60 millones de usuarios y ya tiene 250 millones, lo cual quiere decir que, en apenas este lapso, la compañía se hizo 4 veces más grande”, explicó Levine.

El embajador cuenta que esas posibilidades se han logrado gracias a que el Estado ha promovido la innovación.

“Por la cultura que tenemos. En el judaísmo no hay una sola posición, siempre se nos ha invitado a pensar diferente. No hay un solo dogma de cómo pensar o practicar el judaísmo. Igualmente, tenemos el ecosistema israelí, que es una combinación en que el Gobierno entrega fondos para los emprendedores e innovadores para intentar y para fallar, y darles a ellos una garantía de que si fallan, el Gobierno va a ayudarlos para que ellos puedan intentar nuevamente. Todo esto es un motor para nuestra economía y tenemos muchos logros tecnológicos en agricultura, salud y ciberseguridad”, agrega Galil.

Banderas de Israel. | Foto: Getty Images.

Con información de AFP.