El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, manifestó en las últimas horas que la cifra de muertos a causa de la dana que azotó el este del país, particularmente a la comunidad valenciana, ya ha cobrado la vida de 211 personas.
En una declaración institucional desde el Palacio de La Moncloa, tras presidir el cuarto comité de crisis para el seguimiento de los efectos de la catástrofe climática, Sánchez señaló que se realizó “la localización y el levantamiento de 211 víctimas mortales”.
Para agilizar los procesos de recuperación e identificación de cadáveres, el líder del Ejecutivo se refirió al despliegue de 20 equipos de levantamiento de cadáveres, los cuales están integrados por forenses, psicólogos, policías científicos, varias morgues móviles y una unidad de identificación de víctimas.
Asimismo, expuso que las labores de búsqueda y de recuperación van a continuar en las próximas jornadas: “Día y noche, durante todo el tiempo que haga falta, hasta que todos los ciudadanos y ciudadanas desaparecidos sean localizados”.
En un plano más amplio, Sánchez calificó esta crisis causada por la dana como “el mayor desastre natural en la historia reciente de nuestro país”, siendo a su vez “la segunda inundación que más víctimas ha cobrado en Europa en lo que va de siglo”.
Por ello, insistió en que el Gobierno “va a movilizar todos los recursos que sean necesarios durante todo el tiempo que haga falta para ayudarles en esta situación tan trágica”.
Sánchez también anunció el envío de 5.000 militares más y el despliegue de otros 5.000 policías nacionales y guardias civiles a la Comunidad Valenciana para sumarse a las labores de búsqueda y rescate de las víctimas.
Se espera que el balance de víctimas aumente en la medida que avanza la búsqueda, ya que el número de desaparecidos sigue siendo elevado, sobre todo porque todavía hay cuerpos atrapados entre las montañas de automóviles que se apilan en carreteras o en los estacionamientos.
“Es razonable, atendiendo a las circunstancias y la valoración de los expertos (...) que vamos a tener más fallecidos”, advirtió en la radio Cadena Ser la noche del viernes el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Grande-Marlaska indicó que es difícil dar una cifra de desaparecidos, porque todavía hay miles de personas sin señal en sus teléfonos y hay familiares que han llamado para denunciar como desaparecido a un allegado, pero luego no han comunicado cuando ha sido hallado.
Para hacer frente a la dramática situación, el sábado se desplegarán 500 soldados más en Valencia, con lo que el número de militares en la zona ascenderá a 2.500. “Si fuera necesario, van a estar los 120.000″ efectivos de las fuerzas armadas, prometió la ministra de Defensa, Margarita Robles.
Ayuda y solidaridad
En la localidad de Paiporta, epicentro de la catástrofe, donde murieron más de 60 personas y todos los comercios quedaron arrasados, muchos habitantes continúan sin agua ni luz.
“A la gente mayor esto nos va a pasar factura”, dijo Vicente a la AFP, mientras su esposa expresaba preocupación por conseguir los medicamentos que le dispensan en un hospital al que ahora no puede llegar.
Las muestras de solidaridad continúan este sábado, en particular en Valencia, donde miles de personas intentan por segundo día consecutivo dirigirse a pie a las localidades vecinas afectadas, equipadas con palas y escobas, constató una periodista de la AFP.
“Ayer (viernes) llevamos toneladas de comida y de agua a los ayuntamientos más afectados (...) Es verdad que todos los vecinos que se ven afectados reclaman más ayuda”, dijo a periodistas la vicepresidenta de la región de Valencia, Susana Camarero, ante la creciente frustración de los damnificados.
“Es lógico que reclamen más ayuda, pero no ha habido una falta de ayuda”, afirmó.
El gobierno de Valencia decretó restricciones a la circulación de particulares por las zonas afectadas durante el fin de semana, para evitar que entorpezcan las labores de los equipos de rescate.
*Con información de la AFP y Europa Press.