Vivieron en Venezuela, son millonarios, y buscan un lugar seguro para sus inversiones en finca raíz. Algunos son jóvenes y no conocen una Venezuela diferente a la del proyecto bolivariano. Otros son antiguos miembros del gobierno chavista que usaron su posición para enriquecerse en medio de la bonanza petrolera o con la adjudicación de millonarias obras públicas de las que sacaron su tajada. Todos llegan a España para destinar sus capitales en proyectos inmobiliarios, y en los últimos 15 años invirtieron más de 160 millones de euros. La red de inversionistas ni empieza ni termina en la península Ibérica. Los dólares que quedaron de la bonanza petrolera pasan primero por Miami, Andorra, Suiza y algunos paraísos fiscales. Pero ahora, la investigación del diario El País, de Madrid, destapó que la ruta de los petrodólares parece tener un destino final imprevisto: los proyectos inmobiliarios en España.Puede leer: Maduro anuncia que pedirá "indemnización" por colombianos residentes en VenezuelaCarlos Luis Aguilera, miembro del gabinete de seguridad de Hugo Chávez y a quien acompañó en su intento de golpe de Estado en 1992, invirtió al menos 5 millones de euros en propiedad raíz en España. En 2004 compró una casa de 970.000 euros en Alarcón, en 2005 adquirió en Madrid dos viviendas avaluadas en 1,7 millones de euros, y algunos apartamentos que alquila rondan los 1,5 millones. A Nervis Villalobos y Luis Carlos de León, ex viceministro de energía y ex director de finanzas de la empresa de electricidad de Caracas, las autoridades los detuvieron en mayo en Madrid acusados por un tribunal de Houston, Estados Unidos, por desviar algunos dineros de PDVSA a Suiza e invertirlos en varias propiedades en España. Todo parece indicar que sirven de testaferros a dos pesos pesados del régimen chavista: el exembajador de Venezuela ante la ONU, Rafael Ramírez, y Javier Alvarado Ochoa, ex presidente de la empresa de electricidad de Caracas. Mediante algunas empresas fantasma los dos hombres construyeron un imperio de propiedades inmobiliarias. Villalobos pagó por una propiedad en Madrid 1.021.000 euros en 2007, y en 2017 adquirió un apartamento de 300 metros cuadrados en el centro de esa capital valorado en 1,6 millones de euros. En 2011, la compañía Sabina Global Investment, radicada en Malta y de propiedad de su esposa, adquirió un predio de 800 hectáreas de plantaciones de pinos y robles en el pueblo de Monteagudo de las Salinas. Algunos habitantes de la zona, en entrevistas recogidas en la investigación de El País, afirman que “unos extranjeros compraron el monte entero y construyeron una mansión”. Ni siquiera ellos, sus vecinos, se habían enterado que compraron esos predios directamente con dinero del petróleo venezolano. En sociedad, la pareja invirtió en España hasta hoy 20,3 millones de euros. Le recomendamos: ¿Vender oro?, la nueva ocurrencia de MaduroSiempre según El País, Villalobos y de León viven en La Moraleja, una prestigiosa y elegante urbanización al norte de Madrid. Entre las dos mansiones, los hombres de Chaves gastaron más de 8 millones euros. De León, al igual que su socio, utiliza a su esposa como testaferro por medio de una sociedad de inversión de capital variable llamada Ibermilenium, la cual tiene una capitalización de 5 millones de euros. Por medio de ella obtuvo ganancias por 2,8 millones de euros para comprar un lujoso apartamento en Chamartín, otro barrio madrileño.Los casos de Villalobos, De León, y Carlos Luis Aguilera demuestran una práctica que parece extendida entre los miembros de la clase política chavista. El exjefe de seguridad de PDVSA, Rafael Reiter Muñoz, preso en Estados Unidos, adquirió en 2015 una mansión en Barcelona valorada en dos millones de euros. Y el hijo del Roberto Rincón Fernández, magnate venezolano procesado en Estados Unidos y quien confesó varios sobornos a altos cargos chavistas para la adjudicación de obras públicas, invirtió hasta hoy más de 60 millones de euros en propiedades en España. Puede interesarle: Venezuela: ¿A cuánto se paga la hiperinflación?Los miembros de la maquinaria chavista invirtieron en muchos destinos para escapar de los controles en su país hacia una economía con menos incertidumbre. Los millonarios contratos de obras públicas y la corrupción del círculo más cercano al presidente Chaves permitió a varios miembros del gabinete de gobierno adquiri lujosas propiedades inmobiliarias en el extranjero. Actualmente, con el fin de la bonanza petrolera y en el momento más complicado de la crisis económica, estos venezolanos miran por encima del hombro y desde una mansión madrileña mientras más 2 de millones de venezolanos huyen del país. Como revela El País, la revolución, finalmente, también generó sus propias clases sociales.