El encargado de plantear los cuestionamientos fue el subsecretario de adjunto de defensa estadounidense, Ely Ratner, quien dijo que el país asiático está usando cada vez más sus fuerzas armadas “como elemento de coerción para respaldar sus objetivos revisionistas”.
“El Ejército ya no está solo en un segundo plano, sino en la primera línea de la estrategia exterior de Beijing, tal como se verá en el próximo informe sobre el poder militar de China”, dijo el alto funcionario, quien además es el encargado de los Asuntos de Seguridad del Indo-Pacífico.
En ese documento, agregó, el Departamento de Defensa mostrará la más reciente evaluación del programa de modernización nuclear que viene emprendiendo Beijing.
“Estamos observando con mucha atención lo que es una rápida e inédita acumulación de armas nucleares en China y nos preocupa la falta de transparencia sobre sus intenciones y cómo quiere usarlas”, señaló Ratner durante un evento del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (Csis), en Washington, cuyo tema central son justamente el poder militar del gigante asiático.
Al respecto, Ratner comentó que es lamentable que las comunicaciones entre su gobierno y el de China se hayan “cerrado en gran medida”.
De todos modos, advirtió, Washington insistirá en la petición de “conversaciones sustantivas entre los principales funcionarios de Defensa”.
El otro tema de la disertación de Ratner fue Taiwan y las posibilidades de que China emprenda el bloqueo de este país, cuya independencia no reconoce y sigue considerando una de sus provincias.
Puntualizó que su gobierno no quiere alterar el status quo vigente.
“Nos oponemos a los cambios unilaterales por parte de cualquiera de las partes y hemos sido muy claros al respecto. No apoyamos la independencia de Taiwán y lo decimos en público, lo decimos en privado. A veces la República Popular China acusa a Estados Unidos de apoyar la independencia de Taiwán y nada podría estar más lejos de la verdad. Por eso, nuestros esfuerzos se centran en mantener la disuasión”, explicó.
Los analistas consideran la posibilidad de que, una vez concretada su modernización militar, China bloquee a la isla, un escenario que en opinión de Ratner sería demoledor para la economía mundial.
En otras palabras, la economía “se desploma” y eso sería así “no solo para China, no solo para Taiwan, para Estados Unidos, para Japón, para el sudeste asiático, para India, para África, para América Latina, para Europa. No habrá inmunidad al dolor económico que China causaría al mundo al hacer eso”.
Para él, las secuelas serían peores que los de la reciente pandemia por el covid-19.
El bloqueo a Taiwan, de otro lado, forzaría a los países o bloques geopolíticos a alinearse detrás de uno u otro bando.
Además, estos bloqueos son de una efectividad cuestionable, consideró.
“No son fáciles de implementar, particularmente en torno a Taiwán. Por lo tanto, creemos que (ese país) seguiría teniendo opciones por sí solo y con la comunidad internacional para contar con el tipo de suministros industriales, materias primas, alimentos y energía que necesitaría para mantener su sociedad. En última instancia, correspondería a Beijing decidir si querría comenzar a atacar a los buques comerciales”, señaló.