Autoridades de República Dominicana dictaron una ejemplar condena en contra de un delincuente que protagonizó recientemente un aterrador acto en contra de una mujer en referido país. Además de haber ingresado a su vivienda para intimidarla y hurtar sus pertenencias, también abusó sexualmente de ella, y además desencadenó un tercer delito, relacionado con una extorsión en contra de su víctima.

Según lo recogido por medios de comunicación locales de República Dominicana, el delincuente, identificado como Leihson Montero, alias Alex el Guardia, a quien las autoridades lograron detener gracias a la información y denuncia interpuesta por su víctima, en medio de un robo a una residencia, arremetió violentamente contra una de sus ocupantes, a quien, además de golpearla y amordazarla, también agredió sexualmente. No obstante, no contento con el daño ya generado a la mujer, en medio de su ultraje, también decidió grabar su actuación en video, para, posteriormente, seguir maltratando a la mujer.

Según recogen los medios locales, no satisfecho con el robo y la violación, el hombre había vuelto a ponerse en contacto con la mujer, esta vez para adelantar un proceso de extorsión y maltrato psicológico en contra de su víctima, al advertirle que en su poder tenía un video correspondiente a los actos de violencia sexual desarrollados en contra de ella y que si no cooperaba a través de la entrega de más dinero del ya hurtado, se dispondría a revelar dichas imágenes en las redes sociales, en un hecho que evidentemente representa una revictimización de la mujer agredida.

En medio del delito de violación, el hombre también había hurtado algunas pertenencias de la mujer, entre las que se cuenta dinero en efectivo y un teléfono celular.

De acuerdo con lo advertido con un comunicado expedido por el Ministerio Público, encargado de la investigación que finalmente llevó al delincuente tras las rejas, y retomado por medios locales e internacionales, “habiendo grabado los actos con un celular, (el delincuente) advertía a la víctima que si se resistía, publicaría el contenido en las redes sociales”.

No obstante, dichas comunicaciones habrían servido para que, tras la denuncia de la mujer, las autoridades pudieran actuar oportunamente, dando así captura al delincuente, quien, tras ser puesto a disposición de las autoridades y tras el material probatorio expuesto, fue condenado por la justicia dominicana a purgar una condena de 20 años de prisión, castigo al que además deberá sumar el pago de una indemnización monetaria a la mujer por los daños infringidos.

Otro país de América Latina en el que durante la más reciente jornada también se ha conocido una condena ejemplar en contra de un abusador sexual fue Ecuador, donde la justicia de ese país dictó una sentencia de veintinueve años y cuatro meses de prisión en contra de un hombre que fue hallado culpable de ser el responsable de la violación de su hijastra, una niña de tan solo cuatro años, crimen perpetrado en la provincia de Guayas.

Según precisó la Fiscalía de Ecuador, en medio del proceso que se adelantó en contra del hoy sentenciado, las autoridades escucharon los testimonios de cerca de nueve testigos, incluidos los investigadores, peritos, psicólogos y personal de medicina legal que participaron del recaudo de pruebas, que soportaron la denuncia que fue impuesta por el padre biológico de la menor.

Además de la pena ejemplar en contra del padrastro violador, las autoridades también le impusieron a este el pago de una multa por cerca de 1.500 salarios básicos, lo que traduce en 637.500 dólares como parte de la reparación integral a la víctima.

Tras los hechos ocurridos, la menor debió ser sometida a un tratamiento psicológico, por recomendación de las autoridades, mientras que al abusador se le impuso además una caución que le impida acercarse a la familia de la víctima.

En este caso, los hechos ocurrieron a partir del mes de junio de 2021, en una conducta que, según pudieron determinar las autoridades, se había convertido en un hecho reiterativo.

Según la menor, el agresor se aprovechaba de ella cuando era dejada sola a su cargo, explicando que los abusos también tuvieron lugar durante un viaje que ella adelantó en compañía del hombre, acompañándolo a su lugar de trabajo en zona rural.

Dentro de la investigación, también se pudo corroborar que el agresor había extorsionado a la menor, afirmando que si ella revelaba que había sido violada, él actuaría en contra de la madre, advirtiendo que la mataría.

Tras la denuncia interpuesta por el padre biológico de la niña, el abusador se encontraba prófugo de las autoridades.