A cinco días del balotaje de la elección presidencial en Francia, el mandatario centrista Emmanuel Macron y la ultraderechista Marine Le Pen consagraron este martes a preparar su debate televisivo del miércoles con la esperanza de decantar la balanza a su favor.
Según los últimos sondeos, Macron, con 55 % a 56,5 % de intenciones de votos, vencería el domingo de nuevo a Le Pen (43,5 % a 46 %), si bien la candidata de Agrupación Nacional (RN) acortó distancias respecto al duelo de 2017, cuando perdió con un 33,9 % de votos.
“Prepararé el debate desde mi casa de forma normal, como hago para todas las emisiones”, aseguró Marine Le Pen, quien el lunes se dio un baño de multitudes en Normandía (noroeste) antes de encarar la recta final de su tercera campaña presidencial.
El debate de 2017 representó una debacle para la ultraderechista, a la que se le reprochó su “agresividad” y “su falta de preparación”. Días después, reconoció un “error estratégico” y reiteró su mea culpa en la actual campaña.
Macron aprovechó el lunes de Pascua, feriado en Francia, para conceder tres entrevistas en radio y televisión, en las que conjuró de nuevo la abstención y agitó el espectro de las consecuencias de la llegada de la extrema derecha al poder.
“Piensen en lo que decían los ciudadanos británicos unas horas antes del Brexit o en Estados Unidos antes de la votación por [Donald] Trump: ‘No voy a ir, ¿qué sentido tiene?’ Puedo decirles que al día siguiente se arrepintieron”, dijo el mandatario en la cadena France 5.
El candidato de La República en Marcha (LREM), de 44 años, se esfuerza en resucitar la imagen de radical de la heredera del Frente Nacional, quien logró difuminarla durante la primera vuelta al evitar poner el foco en temas como la inmigración o la inseguridad.
El portavoz del gobierno, Gabriel Attal, indicó a la cadena CNews que Macron se prepara para “este debate importante” en el que deberá “detallar las proposiciones”. A diferencia de 2017, deberá defender también su gestión que, para Le Pen, está marcada por el “desprecio hacia los franceses”.
Tras una primera vuelta con perfil bajo y en la que se presentó como la defensora del poder adquisitivo, la ultraderechista, de 53 años, busca tranquilizar a los franceses sobre su eventual gobierno, asegurando que dirigirá el país como “una madre de familia”.
“El miedo es de hecho el único argumento que le queda al actual presidente para intentar mantenerse a cualquier precio”, dijo este martes en un video publicado en las redes sociales.
“Nuevo impulso”
El debate televisivo previsto a partir de las 21H00 (19H00 GMT) del miércoles, que también será retransmitido por la plataforma Twitch, será el primero de Macron en esta campaña, que rechazó debatir con sus rivales de la primera vuelta.
Macron obtuvo entonces 27,85 % de votos y Le Pen, 23,15 %. Ambos quieren ahora atraer a los votantes del izquierdista Jean-Luc Mélenchon (21,95 %), quien llamó a no dar ni un solo sufragio a Le Pen, aunque sin pedir explícitamente votar por Macron.
En base a esta consigna, una consulta interna entre más de 200.000 personas que apoyaron la candidatura de Mélenchon se saldó con dos tercios a favor del voto en blanco o nulo o por la abstención en el balotaje. El tercio restante abogó por votar al centrista.
Para intentar convencerlos, Macron ya dio un paso atrás en su propuesta estrella -impopular entre los votantes de izquierda- de retrasar la edad de jubilación de 62 a 65 años. Un día después de la primera vuelta, se dijo abierto a retrasarla solo hasta los 64 años.
La mayoría de candidatos derrotados en la primera vuelta, así como sindicatos, deportistas y actores, llamaron a votar por el presidenciable de LREM o contra Le Pen. Esta última recibió el apoyo de su rival ultraderechista Éric Zemmour (7,07 % de votos).
A cinco días de la segunda vuelta, el mandatario recibió también el apoyo de su padre, quien en una entrevista publicada en el diario L’Est républicain dijo tener “mucha admiración” por su hijo y estimó que los franceses son “muy ingratos” sobre su primer mandato.
En caso de que Macron sea reelegido, el primer ministro, Jean Castex, anunció que presentaría la dimisión del gobierno “días” después, sin esperar las elecciones legislativas de mediados de junio, ya que en su opinión es necesario un “nuevo impulso”.
*Con información de la AFP.