Tras una reunión sostenida el pasado sábado en la ciudad de Wangels, Alemania, los ministros de Relaciones exteriores de los países miembros del G7, las principales potencias del mundo, advirtieron, en el marco de la grave situación que se vive en Europa por cuenta de la ocupación rusa a ucrania, que no están dispuestos a reconocer las fronteras que “Rusia quiere imponer por la fuerza”, haciendo referencia a las pretensiones con las que el Kremlin ordenó la intervención bélica que muchos han calificado como “injustificada”.
La posición de los siete ministros se hizo pública a través de una declaración conjunta al cierre del encuentro adelantado en la referida localidad alemana.
En dicho pronunciamiento, los ministros de las carteras de Exteriores advirtieron que “mantendremos nuestro compromiso de apoyar la soberanía y la integralidad territorial de Ucrania”, refiriendo que incluso, pese a que ese país no ejerce soberanía efectiva sobre la región de Crimea desde 2014, aún es considerada, a los ojos de ellos, como parte de Ucrania.
Sobre eventuales cambios en las fronteras internas europeas, más precisamente referidas al territorio ucraniano, la representante del Gobierno alemán, que ostenta la presidencia pro tempore del G7, la ministra de exteriores Annalena Baerbock, afirmó que los eventuales cambios en dichas fronteras deben ser determinados por los ucranianos, en tanto el territorio que estaría susceptible de cambiar es el de ese país.
Al término de la reunión, tomando la vocería de los ministros allí congregados, Baerbock, en declaraciones recogidas por medios internacionales, afirmó que “apoyaremos las medidas (...) que tomará Ucrania para garantizar la libertad y la paz en el país”.
Las declaraciones de estos funcionarios diplomáticos se conocieron en momentos en los que se cumplen más de 80 días desde el inicio de la ocupación rusa a Ucrania, el pasado 24 de febrero, y que enmarcan una confrontación bélica donde el objetivo inicial, expresado por Rusia, era el control del Donbás, región al oriente de Ucrania, marcada por los territorios de Donetsk y Lugansk, quienes, al igual que Crimea, y como una de las consecuencias del llamado Euromaidan, decidieron practicar un referendo separatista, cuyo resultado no es reconocido por el gobierno de Kiev.
Pese a que el objetivo inicial era el Donbás, según la inteligencia estadounidense, los objetivos de Rusia podrían ir mucho más allá, al evidenciar que dicho Ejército se estaría preparando para una guerra aún más extensa, en la que incluso han considerado que el apoyo de los países de occidente de Ucrania podrá terminar mermando.
El ambiente europeo del momento también está marcado por el anuncio de Finlandia y Suecia de solicitar su ingreso formal a la OTAN; situación que no es del agrado de Rusia, y que también ha despertado reacciones adversas por parte de políticos como el presidente Erdogan de Turquía.
G7 reitera el pedido a Rusia
Al término de la reunión en Alemania, los ministros de exteriores reiteraron su llamado a Rusia para que cese las confrontaciones en Ucrania, y con ello también se ponga fin al sufrimiento que se ha infringido sobre los ciudadanos de ese país, de los cuales, millones han abandonado su territorio en la búsqueda de resguardar su vida.
En ese mismo sentido, el G7 también se dirigió al gobierno de Bielorrusia, principal aliado de Rusia, llamándolo a que cese las acciones que han facilitado la intervención del Ejército de Moscú en Ucrania.
En el llamado a ese gobierno, el G7 recordó la importancia de que este no incumpla los acuerdos y compromisos internacionales.
En ese sentido, los países miembros del G7, Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido, elevaron un pronunciamiento de condena frente a las amenazas del régimen de Putin de usar armas químicas, biológicas o nucleares.
Así, desde el G7, también se anunció que se ampliarán las sanciones contra el Gobierno de Moscú, señalando que estas nuevas medidas apuntan a los sectores en los que Rusia es dependiente del sistema internacional.
Para lo anterior, también pidieron a China que no ayude a Rusia a evadir dichas sanciones, contribuyendo a que se burlen de sus efectos.
Los países que confluyen en el G7 pidieron a China que “no justifique la acción de Rusia en Ucrania y que renuncie a la manipulación de la información, la desinformación y otras medidas para legitimar la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania”.
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*Con información de AFP