Las redes sociales no solo se han convertido, con el paso del tiempo, en el espacio para afianzar las comunicaciones, conocer nuevas personas y hasta facilitar el desarrollo de algunas tareas. Su inmediatez y cobertura las ha llevado a ser uno de los ‘nichos’ predilectos por comerciantes y artistas que esperan tener el mayor alcance posible.
Sin embargo, no todos los casos resultan como se esperaba y, pese a que internet disminuye las distancias en tiempo y espacio, puede también derivar (para algunos) en experiencias ‘amargas’. Lo anterior, bien sea por desconfianza entre los mismos internautas o, al contrario, exceso de la misma y con desenlaces imprevistos e indeseados.
La historia de un joven filipino conmovió a varios internautas, en redes sociales, una vez se conoció que una clienta se aprovechó de su ‘buena fe’. Esta fue compartida por él mismo, quien contó que le habían encargado una pintura en óleo de un águila, pero cuando el trabajo estaba hecho y llegó el momento de la entrega se quedó con el cuadro en sus manos.
“Es tan doloroso”
“Es tan doloroso que el comprador canceló la pintura del águila encargada”, escribió el filipino Dan Pablo González el 18 de diciembre del año pasado, día en el que se suponía entregaba la obra encargada. En esa fecha, el asiático había acordado un punto de encuentro con la compradora; no obstante, los minutos pasaban y esta no llegaba.
González, quien tienen una discapacidad auditiva, compartió la obra que le había sido pedida y cómo la interminable espera no dio ningún resultado. La mujer le dijo que estaba ocupada y; posteriormente, no respondió los mensajes del artista. La cancelación a último minuto era una alternativa que no se había planteado.
La indignación se acentuó porque, según PhilNews, ese día el pintor no almorzó y enfrentó hasta la lluvia con tal de no quedar mal con su pedido y, hacer todo lo posible para entregarlo a tiempo. Su publicación se inundó de mensajes de solidaridad y admiración por el talento que tenía para plasmar con pincel las maravillas de la naturaleza.
“El pago inicial debe hacerse antes de hacerlo”, “Está bien, ídolo (...). Vende tu pintura de águila”, “Puedes encontrar a alguien más para comprarlo”, “¿Aún están disponibles los cuadros?”, escribieron algunos internautas en su cuenta de Facebook.
Dos mil ponqués y no los reclamaron
Otro caso similar, pero con alimentos, se registró cuando a Yadira Reyes, una mujer mexicana, le encargaron 2.000 pasteles que el cliente nunca fue a reclamar. La preocupación de quedarse con todo el pedido la invadió y llevó a compartir su historia en redes sociales.
Allí despertó la generosidad de los internautas que pusieron su ‘grano de arena’ para ayudar a la pastelera, luego de que confiara en un cliente sin tomar precauciones de pedir al menos un anticipo considerable. “Aquí el detalle fue la confianza, es una persona muy allegada, puedo decir que nos ganó el corazón”, contó Reyes en conversación con Noticias Tamaulipas.
“Buenas noches, nos realizaron un pedido de 2.000 pasteles individuales, los cuales no fueron por ellos y la persona responsable no fue a liquidar el trabajo ya realizado”, fue la publicación que hizo la mexicana en redes. Luego agregó: “Estamos tratando de recuperar algo de la inversión y por la magnitud del pedido no queremos que se nos vaya a caducar. Estamos rematando los pasteles. 30 pesos (cada uno) 2 x 50″, es decir, unos 7.500 pesos colombianos la unidad.
La alegría la invadió cuando su publicación tuvo tal alcance que pronto se acabaron los pasteles e, incluso, hubo quienes le hicieron pedidos posteriores. “Primero que nada quiero dar las gracias, mil y mil gracias a esa empatía que tuvieron hacia nosotros, ese apoyo incondicional, esa forma de demostrar que somos más los buenos”, dijo Reyes.
‘Influencer’ recauda más de 500 millones de pesos para que abuelito de 82 años se jubile: “El Señor te bendecirá”
Las redes sociales volvieron a ser el espacio que aprovechó un influencer para ayudar a que un adulto mayor, de más de 80 años, pudiera retirarse y descansar tras décadas de trabajo. En las plataformas digitales, el tiktoker pidió la colaboración de sus seguidores para que aportaran su ‘granito de arena’ con el que el octogenario pudiera irse a descansar.
Su nombre es Butch quien, aún con 82 años, continua trabajando como cajero en un supermercado de Estados Unidos y su historia conmovió a cientos de internautas, quienes no lo pensaron dos veces antes de apoyar a este hombre. El ‘influencer’ @bug_boys inició su relato al comentarle al empleado que, en recaudaciones, una mujer mayor se había jubilado.
En seguida le planteó un escenario en el que la generosidad de la gente llevara a que a él le pudiera suceder lo mismo. El gesto del cajero fue de incredulidad, a la vez que facturaba algunos productos e iba escuchando a aquel joven, sin imaginarse que su destino estaba a punto de cambiar.
A la salida del supermercado, ya en un parqueadero, el abuelito fue nuevamente sorprendido por @bug_boys, quien le expresó su admiración al trabajar por tanto tiempo “tan duro” y le vaticinó que Dios lo bendeciría. “¿Cómo pude tener tanta suerte?” se preguntó. Como parte de su historia, Butch contó que trabajaba desde los 11 años y que hizo parte de la Marina por una década.
Cuando se le interrogó sobre el destino que tendría el dinero recaudado, una vez compartieran la historia con la gente, no dudó en contestar que lo invertiría para pasar los “últimos 10 o 12 años” con sus hijos.
“Hay mucha gente por ahí que quiere hacer esto (...). Es increíble, hombre, que todavía te estés ‘moliendo’ a esta edad. ¿Sabes para qué lo haces? ¿Solo para mantenerte activo? Hay mucha gente que se enamoró de ti y quiere (...) llevarte a algún lugar donde te estés relajando. Disfrutar, como dijiste, los últimos 10 o 12 años de tu vida. Podrías vivir otros 20″, le dijo el tiktoker.
En medio de la conversación, Butch le confesó que esperaba alcanzar los 100 años, pero que por ahora le tocaba trabajar sus ocho horas reglamentarias y estuvo de acuerdo en aceptar la iniciativa para recaudar fondos. También dio su agradecimiento anticipado a quienes pudieran sumarse a la causa.
“No creo que alguien se lo merezca más que un veterano de la Marina que ha estado trabajando desde que tenía 11 años. Testimonio tras testimonio, yo no escucho nada más que cosas buenas sobre este hombre. Nunca me cancela, incluso cuando está enfermo (...). Si aún no ha donado 5 o 10 dólares, puede compartirlo (su historia)”
La iniciativa, desarrollada en Gofundme, llegó a medios como Fox 5. El adulto mayor envió un mensaje al enterarse que cada vez estaba más cerca de su jubilación: “Muchas gracias a todos desde el fondo de mi corazón”, dijo Butch quien trabajaría hasta el 1 de enero de 2023. Desde el mes pasado empezó a pasar los últimos días en el Walmart que le abrió las puertas hace 16 años.
Para el impulsor de hacer posible una jubilación más cercana, lo que le motivó a apelar a la generosidad fue su intención para que Butch pueda hacer las cosas que hoy en día, a su edad, no le es posible quizás por motivos financieros. Ahora, él espera que este veterano de la Marina disfrute el resto de sus días viajando y descansando.