Por la pandemia del coronavirus, a diario se incrementa el número de pacientes que son ingresados a las UCI, más aún si no hay un óptimo control para que las personas cumplan con las medidas de distanciamiento social. Esto trae como consecuencia que los hospitales no den una respuesta oportuna en la atención de pacientes con otro tipo de patologías que revisten alguna gravedad debido a que estos centros médicos llegan al límite de la prestación del servicio.

Es así como surge la inquietud de cómo atender a los pacientes graves, si los respiradores no son suficientes para cubrir el requerimiento y a quién se daría prioridad para atender sus necesidades. Con el fin de aliviar la responsabilidad del cuerpo médico de revisar el paciente al que va a tratar, la Organización Panamericana de la Salud ha elaborado cuatro pautas que le servirán como guía a los médicos mientras dure la pandemia. Carla Sáenz, especialista regional en bioética de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) señaló que “una pandemia es una situación excepcional y pueden darse situaciones en las que los recursos como ventiladores o camas de cuidados intensivos no son suficientes para atender todas las necesidades de la población”, por lo que el médico debe actuar de manera ética y profesional y atender a todas las personas afectadas, lo cual no es fácil cuando no cuenta con suficientes recursos y/o elementos para atenderlos.

Transparencia: Para que las autoridades sanitarias puedan decidir y priorizar la atención a los pacientes por covid-19, una de las pautas es que se consideren “criterios de priorización transparentes”, que deben ser claros y conocidos por el público. “Cuando los criterios son establecidos previamente por la autoridad sanitaria, no recae en los profesionales determinarlos en el momento en que encuentren en una situación límite”, aclaró Sáenz. Salvar vidas: Salvar la mayor cantidad de vidas es el segundo criterio; se debe atender pacientes que se encuentren en mejores condiciones de salud como aquellos que aún presentan cuadros más complicados, así lo indica el informe de la OPS. ‘’Se les debe siempre brindar el cuidado paliativo necesario, incluso si no es posible ofrecerles tratamiento”. Equivalencia: Otra pauta muy importante para los profesionales sanitarios dice que se debe “tratar a todas las personas equitativamente”, ya sea que se trate de un paciente con coronavirus o que sufra de una enfermedad diferente. La OPS resalta que: “En atención a la justicia y la equidad es fundamental asegurar que no haya variaciones según privilegio o discriminación respondiendo a diferencias de etnicidad, religión, orientación sexual, recursos económicos u otros criterios ajenos a estas recomendaciones”. Tras generar una polémica por el comunicado generado en abril por el Consejo de Salubridad General en el cual manifestó que si el centro médico no contaba con elementos suficientes, se debía atender a la población más joven; esta recomendación fue eliminada y se optó por no tener en cuenta el criterio de la edad. 

La decisión fue ratificada por Ignacio Maglio, representante del comité de expertos en bioética. “La discriminación por edad o por discapacidad no debe ser un criterio para no asignar el acceso a un respirador a un paciente crítico”, dijo. Personal de salud, prioritario: La última recomendación de la OPS se refiere a la prioridad en la atención que debe darse al personal de la salud, con camas y respiradores en caso de que no se cuente con los recursos suficientes para atender la mayor demanda de pacientes, ya que se encuentran en primera línea de atención y están arriesgando su vida para salvar la vida de otras personas. El doctor Maglio afirmó que teniendo en cuenta que esta pandemia se ha expandido en todo el mundo, “la evaluación de ingreso a la unidad de terapia intensiva debe hacerse sobre la base de criterios objetivos, técnicos y neutrales”. Y en cuanto a la asignación de respiradores dijo que “es clave tener criterios objetivos, de naturaleza técnica, neutrales y verificables”. Ante la inquietud de cómo asignar los respiradores, si no fueran suficientes, en su opinión Maglio manifestó que “el grupo de trabajadores de la salud que se ocupe de la asignación debe conformarse con profesionales con experiencia acreditada en cuidados críticos y asistencia respiratoria’’, ya que ninguno debería pertenecer al equipo tratante del paciente.