Cada vez que la población escucha sobre el ‘reloj del fin del mundo’, la idea general es de temor y de sospecha debido a la errónea forma de tomar los anuncios de la ciencia con base en lo que quiere asertivamente comunicar este reloj.
El reloj del fin del mundo es un mecanismo utilizado por la comunidad científica para dar a conocer cuánto tiempo le queda a la especie humana para sobrevivir en la tierra. Inicialmente se creó este artefacto debido al peligro de las bombas nucleares lanzadas durante la Segunda Guerra Mundial, en donde este reloj fue un objeto de reflexión para pensarlo dos veces antes de volver a usar otra.
El verdadero fin de este reloj no es alarmar a la población sobre un apocalipsis o un fin violento de la humanidad, es más para reflexionar sobre los daños que las personas le realizan a la tierra y también sobre las consecuencias de los actos entre los mismos humanos, como las guerras y las provocaciones militares.
Las noticias falsas, los episodios de histeria colectiva y la corrupción son algunos factores, no naturales, que el reloj del fin del mundo toma en cuenta para sumar o restar segundos en este objeto cada vez que los científicos se reúnen ocasionalmente, en donde se debate qué tan bien, o mal, está el planeta, y su población, para ajustar este reloj.
Durante la última actualización, el reloj del fin del mundo se ajustó a las 23:58:30, lo que significa que la humanidad se encuentra a 90 segundos de la medianoche. En la concebida idea de este artefacto, se supone que cuando el reloj llegue a marcar las 00:00:00 la especie humana habrá desaparecido por completo.
Durante los primeros años de circulación de esta idea, entre la segunda mitad de la década de los 40, el minutero se encontraba a siete minutos de la medianoche. Durante la Guerra Fría, en especial cuando las potencias detonaban bombas nucleares en los océanos, el reloj llegó a estar a dos minutos de la medianoche.
Luego, con la disolución de la Unión Soviética, se ajustó a las 23:43:00. No obstante, con la guerra contra el terrorismo, los nuevos grupos radicales alzados en armas y el calentamiento global, en 2015 el reloj se situó a tres minutos de la medianoche, una hora que no se veía desde 1984.
Tres años después, en el 2018, el reloj se ajustó un minuto, estando dos minutos cerca del fin de la humanidad, debido a la amenaza de armas nucleares y a las consecuencias más radicales del cambio climático.
En el 2020, debido a la pandemia, el reloj del fin del mundo alcanzó un nuevo récord, pasando la línea de los 120 segundos al ubicarlo a cien segundos de la medianoche.
Finalmente, el 24 de enero de 2023, con la última actualización, se agregaron diez segundos, quedando a un minuto y medio de la medianoche. Un ajuste realizado por la época pospandemia, de desinformación y de cambios radicales en el clima alrededor del mundo.
La guerra que se vive entre Rusia y Ucrania, más la crisis financiera y económica que ha afectado a varias naciones del mundo, hacen que el ‘reloj del apocalipsis’ se haya ajustado.
Los científicos aseveran que la humanidad se está encaminando a su propio fin, por los comportamientos no sanos desde los gobiernos hasta los individuos en general, por lo cual, se espera que esta medición ajustada sea el inicio de tomar conciencia individual y colectiva, con el fin de que las manecillas de este reloj comiencen a moverse hacia atrás, lo que indicaría un avance como sociedad.