John David McAfee, creador de uno de los principales antivirus informáticos, fue hallado muerto el pasado miércoles en su celda de una cárcel española, aparentemente por suicidio, horas después de que la Audiencia Nacional hubiera aprobado la extradición a su país, Estados Unidos.
John McAfee era acusado en Estados Unidos de fraude fiscal. El empresario de 75 años fue hallado muerto en su celda de la cárcel Brians 2 situada cerca de Barcelona.
Después de varios días, Nishay K. Sanan, abogado en Estados Unidos de John McAfee, dijo no creer que su cliente se haya quitado la vida como se ha insinuado, y que por lo pronto lo que están esperando es una investigación minuciosa por parte de las autoridades españolas para esclarecer puntualmente a qué de debió la muerte del empresario.
“No creo que fue un suicidio, estamos esperando las investigaciones de las autoridades españolas; también solicitamos videos de las cámaras (...) muchas personas en Estados Unidos se podrían beneficiar con la muerte de McAfee”, dijo el jurista Nishay K. Sanan en entrevista con La W.
Además, el abogado afirmó que su cliente se encontraba informado de todas las decisiones judiciales en su caso, y que por ende “sabía que se iba apelar y seguir con el proceso”.
A propósito de lo manifestado por el abogado Nishay K. Sanan en el medio colombiano, el Gobierno de Rusia también ha sugerido que John David McAfee, pudo no haberse suicidado y ha instado a esclarecer el “misterio”, “por una vez en menos de 50 años”.
Moscú se ha apoyado en un tuit publicado por el empresario el 15 de octubre de 2020 para cuestionar la teoría sobre un posible suicidio.
“Estoy muy contento aquí. Tengo amigos”, reza el mensaje publicado entonces, poco después de su arresto en España. “Sabed que si muero ahorcado, como (Jeffrey) Epstein, no será mi culpa”, afirmó.
La principal portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Maria Zajarova, ha compartido este tuit en su cuenta de Telegram, donde ha recordado que McAfee fue hallado sin vida un día después de que la Audiencia Nacional diese luz verde a su extradición a Estados Unidos.
“Quiero que el misterio en torno a muertes de destacadas personalidades públicas occidentales se resuelva, por una vez, en menos de 50 años”, ha reclamado Zajarova, después de recordar que las autoridades estadounidenses ya limitaron el sector de los antivirus con sanciones a la empresa rusa Kaspersky.
También se ha sumado a las teorías conspirativas el antiguo contratista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense Edward Snowden, asilado en Rusia. Snowden es partidario de que los países europeos no extraditen a Estados Unidos a nadie acusado de “delitos no violentos”, ya que el sistema judicial es “tan injusto” y el penitenciario “tan cruel” que “prefieren morir” a sufrirlos.
“Julian Assange podría ser el siguiente”, ha afirmado, en alusión al fundador de Wikileaks, que también es reclamado en Estados Unidos, aunque en su caso por la filtración de miles de documentos oficiales.
Investigadores españoles empezaron el pasado jueves a indagar el fallecimiento del creador del antivirus informático McAfee.
“Hubo una muerte, que aparentemente apuntaba a suicidio, pero la confirmación de esto siempre nos la da la autopsia”, que podría realizarse en los próximos días, señaló la portavoz del ministerio regional catalán de Justicia.
John McAfee, acusado en Estados Unidos de fraude fiscal, hizo fortuna con el antivirus que lleva su nombre en los años 1980. Luego, se volvió un gurú de las criptomonedas y era seguido por cerca de un millón de personas en Twitter.
Fue detenido en octubre de 2020 en el aeropuerto de Barcelona tras la publicación por un procurador estadounidense de un acta de acusación en su contra por haber omitido declarar millones de dólares en ingresos por la promoción de las criptomonedas, servicios de consultoría, conferencias y derechos vendidos para un documental sobre su vida.
Las autoridades estadounidenses habían emitido una orden de captura por Interpol y pedido su extradición. De haber sido condenado, habría enfrentado una pena de hasta 30 años de prisión.
*Con información de Europa Press y AFP