Un nuevo giro se dio en el caso que se lleva en contra de Daniel Sancho por la muerte del médico colombiano Edwin Arrieta. El español se declaró no culpable de dos de los tres delitos que es señalado de cometer por parte de la justicia de Tailandia.
Tras más de tres meses privado de la libertad en la cárcel de Koh Samui, finalmente Sancho, de 29 años e hijo del actor Rodolfo Sancho, compareció el pasado 13 de noviembre ante un juez durante una visita en el tribunal de la isla de Samui. El chef no aceptó los cargos de asesinato premeditado y sustracción y destrucción de documentación del cirujano colombiano, al que presuntamente mató y descuartizó en la isla tailandesa de Koh Phangan el pasado 4 de agosto.
El abogado, en España, de la familia de Arrieta, Juan Gonzalo Ospina, se pronunció sobre la vista judicial en la que el hijo de Rodolfo Sancho ha negado la acusación de la Fiscalía por la que podría ser condenado a pena de muerte.
“Habida cuenta de las últimas noticias de los últimos días, era de esperar”, ha afirmado, apuntando que la declaración de Daniel obedece, en su criterio, “a un cambio en su estrategia procesal que entraba dentro de la probabilidad y no nos ha sorprendido”, dijo a Europa Press.
“Muy extraño que se fuera a declarar culpable”
Ospina señaló que como letrados de la familia Arrieta sabían que era una probabilidad alta de que Sancho no se declarara culpable por lo que ocurrió.
“Era muy extraño que él se fuera a declarar culpable de todos los cargos que iba a realizar el ministerio Fiscal, así que habrá que esperar a la celebración del juicio oral el próximo año”, añadió.
El abogado también explicó que “como jurista” considera que la estrategia del cocinero español pasa por “hacer valer todos los medios legales que tiene para defenderse porque pese a los indicios o la contundencia de las pistas que existen tiene derecho a la presunción de inocencia como no puede ser de otra manera”.
“Él simplemente se ha reconocido culpable de uno de los cargos ―ocultación del cuerpo― por lo tanto, habrá que esperar a la realización del juicio oral para valorar los hechos que quedan probados y ver como acaban determinantes las penas que le pueden imponer”, afirmó.
Ospina confía también que la Fiscalía pueda demostrar con pruebas que el asesinato sí fue premeditado.
La familia de Arrieta: preocupada
Sobre cómo se encuentra en estos momentos la familia Arrieta, su abogado no oculta que “siguen muy preocupados por la situación, con cierta ansiedad y muy apenados por todo esto que les lleva a revivir una circunstancia un poco dura, así que bueno, transmitirles nuestro apoyo, nuestro cariño y a seguir hacia delante”.
El siguiente paso que va a dar la defensa de Arrieta, como adelanta Juan Gonzalo Ospina, pasa por “ultimar los detalles para hacer acusación con el Ministerio Fiscal”.
“La figura en Tailandia es una especie de coacusación con los términos que el fiscal solicite” explica, afirmando que “una vez esto se realice podremos tener acceso a todo el expediente y podremos proponer pruebas que se tendrán que practicar el día del juicio oral”.
“Así que los próximos pasos serán solicitar al tribunal que nos permita estar en la causa para solicitar diligencias y estar a la espera del juicio oral”, recalcó.
La condena para Sancho
Respecto a la posible condena de Daniel Sancho, el abogado considera que existe “una probabilidad” de que cumpla su pena en España y no íntegra en Tailandia como es el deseo de la familia Arrieta.
“Esto es una posibilidad. Habrá que esperar si acaba siendo culpable y las leyes entienden que esto puede ser una realidad. Por lo tanto, si es así, habrá que esperar a ver que termina sucediendo”, señaló.
Confirmando que Rodolfo Sancho no se ha puesto en contacto con los padres ni la hermana de Edwin, su representante legal en España reconoce que la familia “echa en falta un aspecto de humanidad” por parte del actor.
“No busca venganza, busca que caiga todo el imperio de la ley sobre Daniel, porque como decía la madre de Edwin hace unos días nadie le va a devolver a su hijo”, dejando claro que no se trata de una “cuestión económica” sino “absolutamente moral y de justicia”.
*Con información de Europa Press