Los abogados de Elon Musk y de Twitter dieron el miércoles en una audiencia preliminar un anticipo de los argumentos que podrán usar durante el proceso en el que se decidirá si se obliga al multimillonario a comprar la red social.

El abogado de Musk pidió a la juez Kathaleen McCormick obligar a Twitter a compartir muchos más datos sobre sus usuarios para poder verificar que la red social no miente acerca del número de cuentas falsas.

El abogado de la plataforma, Bradley Wilson, replicó que el magnate únicamente los pide para sus propios fines y, sobre todo, debió solicitarlos antes de aceptar comprar la empresa.

El equipo de Musk pide un acceso más amplio al método y a los datos usados por Twitter para calcular la proporción de cuentas falsas y spams, estimadas en menos de 5 % por la red social y en mucho más por el empresario.

Sin embargo, esta solicitud no es “pertinente”, según el abogado de Twitter, porque la plataforma siempre ha presentado este dato en documentos oficiales como “una estimación”. La última se publicó en febrero, “antes de que Musk contactara a Twitter para una eventual adquisición”.

Si Twitter accediera a todas las peticiones de Musk, eso representaría billones de datos, resaltó Wilson. Y podría contravenir algunas reglas de la plataforma e incluso leyes sobre la protección de datos privados.

Aclaraciones

Pero el equipo de Musk no es el único en pedir aclaraciones a la red social.

Según un documento conocido el miércoles, la autoridad estadounidense de regulación del mercado bursátil (SEC) también solicitó a la empresa a mediados de junio precisiones sobre su método para identificar cuentas falsas y spams.

El abogado de Musk, Alex Spiro, también acusó públicamente a la plataforma de resaltar en sus resultados financieros el número de usuarios activos cotidianos “monetizables”, en lugar de otros criterios que muestran un estancamiento o un repliegue de su actividad.

Spiro retomó además la advertencia de un exfuncionario de Twitter dada a conocer el martes sobre el hecho de que la empresa privilegiaría el crecimiento de su número de usuarios a la lucha contra los spams y bots.

El equipo legal pidió poder entrevistar a este exfuncionario, Peiter Zatko, despedido en enero, pero Twitter rechazó la solicitud al argumentar que no “es pertinente”.

Una comisión del Senado decidió, sin embargo, escuchar al exhacker también conocido como “Mudge” durante una audiencia convocada para el 13 de septiembre.

La juez McCormick no indicó cuando dará a conocer su decisión.

Tuit de Musk sobre compra del Manchester United era broma

El magnate Elon Musk, dueño de Tesla y SpaceX, aclaró el pasado martes que no pretendía hacerse con ningún club de fútbol tras hacerse viral un tuit suyo asegurando que iba a comprar el Manchester United.

El empresario, habituado a dar declaraciones impredecibles y provocadoras en la red social, había tuiteado: “Y compraré el Manchester United, de nada”.

Inmediatamente, se generó un revuelo en las redes sobre si el hombre más rico del mundo hablaba en serio o no.

Y finalmente, tras obtener casi 500.000 Me gusta en cuestión de horas y las preguntas de numerosos seguidores, Musk aclaró que era una broma.

“No, es una antigua broma en Twitter. No voy a comprar ningún club deportivo”, respondió ante la pregunta de un usuario.

“Sin embargo, si hubiera algún equipo, sería el Manchester United. Era mi equipo favorito de la niñez”, añadió.

El Manchester United es uno de los mayores clubs del mundo, pero lleva unos años en crisis. Desde hace diez años cotiza en Nueva York, con una capitalización bursátil de 2.080 millones de dólares, por debajo del valor de hace un año.

Aunque ningún accionista tiene una participación mayoritaria, el club está bajo el control de los seis hijos del empresario estadounidense Malcolm Glazer, quien murió en 2014 tras hacerse cargo de la empresa en 2005.

La gerencia fue objeto en abril del año pasado de fuertes protestas por parte de los seguidores del club, cuando intentaron participar en un plan separatista de la Superliga europea, que finalmente se descartó.

Los red devils querían, junto con otros cinco clubes ingleses, tres españoles y tres italianos, crear una competición europea que rivalizara con la Champions League, una iniciativa que provocó fuertes protestas políticas y deportivas y de sus propios seguidores.

*Con información de AFP.