La Asamblea General votó por abrumadora mayoría este viernes, 10 de mayo, a favor de la adhesión de Palestina como estado a la ONU, una decisión no vinculante aunque simbólica que desató la ira de Israel y que contó también con la oposición de países como Estados Unidos o Argentina.
La resolución, presentada por Emiratos Árabes Unidos, fue aprobada por 143 países, 25 se abstuvieron y nueve votaron en contra, entre estos Estados Unidos, Israel, Argentina, República Checa o Hungría.
“He estado en esta tribuna centenares de veces, a menudo en circunstancias trágicas, pero ninguna comparable a la que mi pueblo vive actualmente”, dijo el embajador palestino en la ONU, Riyad Mansour.
“Ni nunca por un voto más importante que hoy, histórico”, agregó con la voz quebrada por la emoción.
Esta resolución tendrá “un impacto importante para el futuro del pueblo palestino”, pese a que en sí misma “no rinde justicia al estado palestino”, dijo por su parte el embajador emiratí Issa Abushahab, en nombre de los países árabes.
En plena guerra de Gaza, los palestinos que tienen un estatuto de “Estado no miembro observador” desde 2012, relanzaron a principios de abril su solicitud de 2011 de convertirse en estado miembro de pleno derecho de la ONU.
Para ello, se necesita la recomendación positiva del Consejo de Seguridad, pero Estados Unidos la vetó el pasado 18 de abril.
Ahora, los palestinos decidieron recurrir a la Asamblea General, en que se necesitaba la votación favorable de dos tercios de los 193 Estados miembros para aprobar una resolución presentada por Emiratos Árabes Unidos.
Esa resolución considera que “el Estado de Palestina cualifica para la adhesión a Naciones Unidas” e insta al Consejo de Seguridad a que “reexamine la cuestión favorablemente”.
Pero Estados Unidos, que se opone a cualquier reconocimiento fuera del acuerdo bilateral entre palestinos y su aliado israelí, advirtió el viernes que si este asunto vuelve al Consejo de Seguridad, el resultado será “similar al de abril”.
¿Precedente?
“Podríamos acabar en una especie de bucle diplomático fatal, con la Asamblea pidiendo repetidamente al Consejo que acepte la adhesión palestina y Estados Unidos vetándola”, explicó Richard Gowan, analista del International Crisis Group.
No obstante, el texto otorga de manera inmediata una serie de “derechos y privilegios adicionales” a los palestinos a partir de la 79ª sesión de la Asamblea, en septiembre.
Aunque excluye sin ambigüedad el derecho de voto y a ser elegido miembro del Consejo de Seguridad, el texto permitirá a Palestina que someta directamente propuestas y enmiendas sin pasar por un país tercero o sentarse entre los Estados miembros por orden alfabético.
Aunque son medidas simbólicas, Israel, cuyo gobierno rechaza la solución de dos estados, arremetió contra la resolución.
“Me pone enfermo”, dijo el embajador israelí Gilad Erdan en la tribuna de la ONU, donde acusó a la Asamblea de “otorgar derechos de estado a una entidad parcialmente controlada por terroristas”.
“Con este nuevo precedente, podríamos ver aquí a representantes del Estado Islámico o Boko Haram sentarse entre nosotros”, dijo.
“Reduce la Carta en pedazos. ¡Vergonzoso!”, concluyó tras utilizar una trituradora de papel para destruir el documento en uno de los golpes de efecto a los que suele recurrir.
Estados Unidos había manifestado sus reservas sobre la iniciativa, pues estima que “medidas unilaterales en la ONU y en el terreno” no permitirán avanzar hacia una paz duradera ni a la solución de dos estados.
En diciembre pasado, 153 de 193 países apoyaron el pedido de alto el fuego inmediato en Gaza, frente a diez votos en contra y 23 abstenciones.
*Con información de AFP.