Las brechas entre hombres y mujeres continúan, aún en algunas zonas que han establecido políticas para ‘erradicar’ las diferencias. Por ‘absurdo’ que pudiese parecer, las limitaciones de acceso al trabajo y educación no están supeditadas solamente a la economía o lugar de procedencia, sino también al género.
Para poner fin a esa problemática, organizaciones como Amnistía Internacional (AI) sitúan la educación como la ‘llave’ para un mundo más igualitario. Esto incluye lograr dejar en el pasado las inequidades salariales, abuso en los hogares y otros espacios que marcan choque entre mujeres y hombres en cuanto a oportunidades.
AI recoge las palabras de la investigadora y experta en educación Amparo Tomé: “la sociedad y la escuela priorizan los valores asociados a la masculinidad e ignora, silencia o descalifica aquellos relativos a la feminidad”. Esa entidad sitúa en un 60 y 70 % las percepciones ‘sexistas’ sobre actividades y autoridad entre unos y otros.
Absurda escena de desigualdad quedó en video
Un caso de machismo e intolerancia se registró en Adana, una de las ciudades más pobladas de Turquía, y no ha tardado en viralizarse. En este, un hombre de quien no se conoce su identidad, agrede a una mujer, justificándose en el hecho de que ella esté preparándose académicamente.
El momento fue compartido en X por el usuario Uzaktan Gelen, quien replicó las palabras dichas por el agresor: “no quiero que mi hermana estudie”. En el video se observa cuando el individuo arremete contra su presunta familiar y empieza a golpearla, mientras varios testigos corren tras él e intentan detenerlo.
Posteriormente, dos hombres logran sujetarlo, pero la situación ya estaba fuera de control, pues el implicado no dejaba de gritar e intentar liberarse. En la grabación también se ve a otra mujer que intenta mediar y a un individuo más, aparentemente buscando ayuda en su celular.
En redes sociales los internautas condenaron el accionar del turco y la forma como sigue profundizándose en ciertas partes la desigualdad, constituyendo un retroceso en materia de derechos humanos.
“Mentalidad reaccionaria, por supuesto. Y, desgraciadamente, el sistema diseñado”, “Me pregunto si se juntaría con su padre y obligaría a su hermana a casarse a cambio de dinero”, “Estos se han convertido en zombies, personas que actúan, según sus instintos”, “La niña debe ser puesta bajo protección inmediatamente”, “Es aberrante esta forma de pensar, sumado al fanatismo religioso”.
Afganistán y la desigualdad para las mujeres
Tras el regreso de los talibanes al poder en agosto de 2021, Afganistán sigue en un retroceso de libertades y pérdida de múltiples avances que las mujeres habían conseguido en las últimas dos décadas. La prohibición de estudiar y limitaciones laborales (reflejadas; por ejemplo, en los cierres de salones de belleza) son solo una muestra de ello.
A comienzos de septiembre, un grupo de mujeres empezó una huelga de hambre en el oeste de Alemania, en rechazo a un “apartheid de género” impuesto por los talibanes, según informó en su momento una participante a AFP.
“Hoy las mujeres afganas no tienen escuela, universidad, auto, restaurante, todo es prohibido”, dijo a esa agencia Zarmina Paryani. Ella, junto a sus hermanas, buscaron refugio en esa nación, luego de que el grupo insurgente las arrestara durante una manifestación en Afganistán.
El asedio contra las mujeres ha recibido la condena de Naciones Unidas. “Además de la prohibición de que las niñas asistan a la escuela secundaria, basta pensar en todas las doctoras, abogadas y maestras que se han perdido, y que se perderán, para el desarrollo del país”, lamenta el organismo en su página oficial.