En Grecia, miles de personas volvieron a salir a la calle este jueves 16 de marzo para sumarse a la jornada de huelga y protestas contra el Gobierno. Esto a raíz del accidente de tren que tuvo lugar a finales de febrero y que se saldó con 57 muertos.
Así, los paros y huelgas convocadas en varios puntos del país han vuelto a paralizar el tráfico en toda Grecia por segundo día consecutivo, también a nivel aéreo y portuario. De esta manera, todos los vuelos a nivel nacional e internacional se han visto afectados, a excepción de los de emergencia.
Los manifestantes lanzaron bombas molotov y la policía respondió con gases lacrimógenos y granadas de percusión cerca del Parlamento, en el centro de la capital, según periodistas de la AFP. Al menos 40.000 griegos salieron de nuevo en las calles este jueves gritando con gran indignación, mientras que el país se encuentra en gran parte paralizado por una huelga general.
Hacia el mediodía los manifestantes expresaban su cólera ante la sede de la compañía de ferrocarriles Hellenic Train, constató la AFP, como ya habían hecho tres días después de la colisión entre un tren de pasajeros -que unía Atenas a Salónica (norte)- y un convoy de mercancías la noche del 28 de febrero.
En Salónica, la gran ciudad universitaria del norte de la que procedían muchas de las víctimas, manifestaron 8.500. Los manifestantes respondieron al llamamiento de las organizaciones sindicales del sector público, pero también, por primera vez, del sector privado, con riesgo de nuevas violencias, tras los enfrentamientos del 8 de marzo.
Después de varias manifestaciones de alcance limitado en los días que siguieron al accidente ferroviario, unas 65.000 personas protestaron el 8 de marzo, algunas pidiendo la renuncia del primer ministro Kyriakos Mitsotakis.
Además, las huelgas han afectado al servicio de ferrocarril, el transporte público de las principales ciudades y el servicio de ferries, según informaciones del diario Kathimerini. Los trabajadores del sector salud y los funcionarios también se han sumado a los paros.
Hay que decir que Grecia estaba paralizada en gran parte este jueves, en particular en el sector del transporte. Todos los barcos que conectan el continente con las islas permanecen atracados durante 24 horas y la mayoría de los aviones estacionados en las pistas. Según el ministro de Transportes, el tráfico ferroviario no debería reanudarse, y solo gradualmente, hasta el 22 de marzo.
Muchas escuelas también están cerradas, mientras que los estudiantes, en primera línea en esta ola de protesta inédita desde los años de la crisis financiera, también eran numerosos en las procesiones.
Los manifestantes exigen al Gobierno abrir una investigación exhaustiva sobre las causas del accidente de tren, mientras que los partidos de la oposición tratan de movilizarse para presionar al Ejecutivo conservador.
La población griega protagonizó durante las últimas semanas numerosas manifestaciones contra las autoridades a raíz del accidente. Los principales sindicatos de trabajadores del sector del ferrocarril siguen exigiendo una mejora de las condiciones laborales y del estado de las infraestructuras ferroviarias del país.
No solamente las protestas sacuden al país, pues se registró un sismo en Grecia
De otro lado, un sismo submarino de magnitud 5,2 se registró el martes frente a la isla griega de Citera, en el sur del mar Egeo, sin que se informara de daños o heridos.
Según el Observatorio Nacional de Atenas, el temblor se produjo a las 16:36 GMT a una profundidad de 14 kilómetros en el mar Egeo, a 299 kilómetros al sur de Atenas y a 98 kilómetros de la isla de Citera.
Hay que mencionar que Grecia está situada sobre varias fallas geológicas y sufre terremotos con regularidad. Pues en octubre del 2020, un sismo de magnitud 7,0 en el mar Egeo mató a dos personas en la isla griega de Samos y a más de 100 en la cercana ciudad costera turca de Esmirna.
*con información de Europa Press y AFP.