Grupos de activistas holandeses, que abogan por los derechos de la mujer, están planeando entregar píldoras abortivas por medio de drones desde la frontera alemana a Polonia, donde las leyes restringen el uso de estos medicamentos de emergencia. Los drones llevarán medicamentos aprobados por la Organización Mundial de la Salud desde Francfort del Ólder a la ciudad polaca fronteriza de Slubice el sábado, donde serán recibidos por varios grupos de mujeres activistas que entregarán las píldoras a quienes las necesiten. El envío fue concebido por Women on Waves, una organización activista sin ánimo de lucro holandesa. El grupo dijo que había escogido esta particular entrega con el fin de poner ante los ojos del mundo las precarias leyes de aborto polacas que son restrictivas. Rebecca Gomperts, médica y fundadora de Women on Waves dijo: “Queremos crear conciencia sobre el derecho de las mujeres a un aborto seguro. El uso de los drones es otra manera de utilizar las diferentes leyes en diferentes países con el fin de llamar la atención sobre la injusticia social que las mujeres viven en lugares donde el aborto es ilegal”. Polonia, un país estrictamente católico, es uno de los pocos lugares en Europa donde las mujeres pueden hacerse un aborto legalmente sólo si existen pruebas de violación o incesto, la vida de la madre peligra o el feto presenta malformaciones. Se estima que al menos 50.000 abortos clandestinos se practican en Polonia cada año. Los médicos que los realizan a menudo utilizan herramientas y procedimientos obsoletos y cobran hasta 4.000 euros. Otros países europeos como Portugal, España y Reino Unido – a excepción de Irlanda del Norte – ofrecen abortos, siempre y cuando se cumplan determinadas condiciones. “En Polonia, incluso las mujeres que podrían tener un aborto en la legislación polaca a menudo se los niegan porque los hospitales católicos no les ayudan, incluso si su vida está en peligro. Los ricos pueden ir a Alemania o Reino Unido a practicarse un aborto, pero las mujeres que no tienen los medios o el acceso a la información están sufriendo”, dijo Gomperts. Gomperts asegura que el avión no tripulado no requiere autorización del gobierno alemán o polaco, ya que no estaría volando a través del espacio aéreo controlado, no tiene fines comerciales y pesa menos de 5 kilogramos. Grupos pro-vida se han comprometido a localizar y derribar los drones. “No es fácil derribar un avión no tripulado y, afortunadamente, las armas no son tan fáciles de conseguir en Europa, pero es problemático porque es una estrategia muy agresiva que está destinada a hacer que la gente tenga miedo”, dijo Gompert. Si la misión es exitosa, Women on Waves espera enviar más drones a otros países de Europa donde el aborto es ilegal, como Irlanda y Malta.