En las últimas horas, las autoridades de Ucrania denunciaron que el Ejército ruso habría lanzado bombas en contra de la localidad de Novodanilivka con fósforo blanco, lo que la convertiría en un arma en contra de la población civil.
Ivan Arefiev, portavoz de la administración militar regional, informó que el ataque incendió el tejado de un edificio residencial, pero que nadie resultó herido.
Según lo reporta Infobae, las bombas de fósforo blanco no son armas químicas, cuyo uso está prohibido por la Convención sobre Armas Químicas, que entró en vigor en 1997. No obstante, se consideran armas incendiarias, cuyo uso está codificado en el Protocolo III de la Convención sobre Ciertas Armas Convencionales, de 1980 y que entró en vigor desde 1983. Además, estas armas están prohibidas contra objetivos militares cuando están cerca de poblaciones civiles.
Además de estos señalamientos de las autoridades de Ucrania, el Ministerio de Defensa de Reino Unido también aseguró que el Ejército de Rusia estaría usando el fósforo en sus ataques a Ucrania.
“Las fuerzas rusas aumentan el uso previo de municiones de fósforo en el Óblast de Donetsk”, indicó el Ministerio de Defensa del Reino Unido en un comunicado publicado en su cuenta de Twitter.
El Ministerio de Defensa británico añadió que “la continua dependencia de Rusia de las bombas no guiadas disminuye su capacidad de discriminar cuando apuntan y realizan ataques, al tiempo que aumenta en gran medida el riesgo de más víctimas civiles”.
Genocidio
Esta semana el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó las muertes por invasión rusa a Ucrania como un genocidio.
“Su presupuesto familiar, su capacidad para llenar el depósito, nada de eso debería depender de si un dictador declara la guerra y comete un genocidio en la otra punta del mundo”, dijo Biden en Iowa.
Así mismo, Estados Unidos aseguró el pasado martes que tiene “información creíble” sobre la posibilidad de que Rusia utilice “agentes químicos” en su ofensiva para tomar la ciudad ucraniana de Mariúpol.
Según el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, “las fuerzas rusas podrían usar diferentes agentes antidisturbios, incluidos gases lacrimógenos mezclados con agentes químicos que reforzarían los síntomas para debilitar e inmovilizar a los combatientes y civiles ucranianos como parte de su campaña agresiva para tomar Mariúpol”.
Por su parte, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, dijo el miércoles que es “correcto” describir los ataques de Rusia en Ucrania como “genocidio”, uniéndose a Biden.
“Es absolutamente correcto que cada vez más gente hable y utilice la palabra genocidio en términos de lo que Rusia está haciendo; lo que Vladimir Putin ha hecho”, declaró Trudeau a periodistas en Quebec.
El primer ministro canadiense agregó también que “hemos visto este deseo de atacar a los civiles, de usar la violencia sexual como arma de guerra. Esto es completamente inaceptable”.
Al respecto, el Kremlin ha considerado que las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sobre la comisión de un “genocidio” en Ucrania “distorsionan” la situación. El portavoz de la Presidencia rusa, Dimitri Peskov, ha condenado las palabras de Biden y ha incidido en que el Gobierno ruso está “categóricamente en desacuerdo”.
“Consideramos inaceptable intentar tal distorsión de la situación (...) esto es difícilmente aceptable para el presidente de Estados Unidos”, ha agregado Peskov, que ha remarcado que el país norteamericano “ha cometido hechos bien conocidos en el curso de la historia moderna y reciente”, según recogió la agencia de noticias rusa Interfax.
Ucrania ha acusado reiteradamente a Rusia de cometer crímenes de guerra y planificar un genocidio de su población incluso antes del descubrimiento de cientos de civiles asesinados y fosas comunes en la ciudad de Bucha, lo que generó una oleada de repulsión internacional.
Si bien los países occidentales no habían llegado en principio a utilizar el término ‘genocidio’, en línea con un protocolo de larga data por su estricta definición legal y la fuerte implicación que conlleva la acusación, ahora parece de a poco cambiar algo en algunas potencias.
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