Desde este domingo 8 de enero China le dijo adiós a las cuarentenas obligatorias para los viajeros internacionales llegados a su territorio, terminando con casi tres años de autoaislamiento. Lo anterior, a pesar de que el virus no se ha acabado y la lucha contra una nueva ola de infecciones está latente.
El mes pasado, Pekín (la capital) empezó a desmantelar la estrategia de cero covid, basada en confinamientos, pruebas masivas y cuarentenas, que permitió contener la enfermedad, pero también frenó la economía y provocó masivas protestas. Hoy los primeros viajeros que llegaban expresaron su alivio por no tener que llevar a cabo los confinamientos.
En el aeropuerto internacional Pudong de Shanghái, una mujer llamada Pang dijo a AFP que estaba muy ilusionada con el cambio. “Es un paso necesario (...). El covid se ha normalizado ahora y después de estos obstáculos, todo será fácil”, dijo. Desde marzo de 2020, las personas que entraban al ‘gigante asiático’ debían aislarse en instalaciones gubernamentales, en un comienzo por tres semanas y luego hasta cinco días en noviembre.
¿Regreso al pasado?
Una vez divulgada la noticia, los ciudadanos se apresuraron a comprar viajes al extranjero. El esperado repunte de visitantes llevó a numerosos países a imponer pruebas obligatorias para los viajeros del lugar más poblado del mundo, en un momento en que libra uno de sus mayores brotes epidémicos.
La situación no se prevé que cambie de cara a la celebración del Año Nuevo Chino a finales de mes. Esta tradicional festividad impulsará millones de viajes de pobladores urbanos a zonas rurales para visitar a familiares, en su mayoría mayores.
Sin embargo, el mundo se mantiene alerta, pues la expansión de casos en ese país, derivada de la retirada de las restricciones impuestas durante toda la pandemia, ha generado preocupación. Algunos gobiernos retomaron controles para quienes lleguen del ‘gigante asiático’.
Por ejemplo, España podrá denegar desde esta semana y, por lo menos, hasta el próximo 15 de febrero la entrada a nacionales de terceros países llegados en vuelos directos desde cualquier aeropuerto chino. Esto aplicará si no presentan el Certificado Covid digital de la Unión Europea o pruebas negativas equivalentes.
Una decisión de “salud pública”
Se trata de una medida que se basa en razones de salud pública, según una resolución sobre restricciones en fronteras exteriores aéreas del Ministerio del Interior. Esta fue publicada este miércoles en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
El gobierno de Xi Jinping, de quien manifestantes llegaron a pedir su renuncia, señaló que las medidas impuestas por Estados Unidos, Japón y Europa eran “inaceptables”; no obstante, continúa exigiendo test a pasajeros que llegan y se mantienen bloqueos a turistas y estudiantes extranjeros.
En el aeropuerto de la capital, las barreras que usualmente separaban las llegadas internacionales y domésticas fueron retiradas, así como el personal sanitario es distinguido por sus trajes blancos de protección.
Las reacciones han sido de ‘alivio’ como lo hizo saber una mujer, quien esperaba a una amiga que estudia en Hong Kong. “Es tan fantástico, no nos hemos visto en tanto tiempo (...) Hace un año”, señaló Wu, de 20 años, a AFP.
En Shanghái, un hombre identificado como Yang llegó de Estados Unidos y el anuncio lo tomó por sorpresa: “No tenía ni idea” de la nueva normativa, enfatizó a dicha agencia. “Me hubiera considerado extremadamente afortunado si tuviera que aislarme por dos días, pero resulta que no tengo que hacer cuarentena ni papeleo. Simplemente hemos salido, como en el pasado”, agregó.
“Estoy bastante feliz de no tener que estar en cuarentena. ¿Quién quiere estar en cuarentena? Nadie”, afirmó otra mujer que celebró la noticia.
*Con información de AFP y Europa Press.
La triste historia de una niña de 12 años que lleva dos años con covid-19, ¿por qué no se cura?
Tillie Adams, una niña británica de tan solo 12 años de edad, aún necesita una sonda de alimentación después de contraer covid-19, enfermedad que se ha convertido en un problema de largo plazo y le ha cambiado la vida.
La niña se enfrenta a su tercer año con esta grave enfermedad y no sabe si podrá volver a hacer las cosas que hacía, narra el periódico británico The Mirror; ni los médicos conocen a ciencia cierta qué va a pasar en los próximos días con Tillie.
La niña es uno de los 87.000 menores de edad que luchan contra los efectos a largo plazo del coronavirus. “Quiero ser más como mi yo normal. Quiero quitarme el tubo, quiero volver a la normalidad el próximo año”, le dijo al periódico The Mirror.
En el 2020 Tillie, originaria de Hoxton, un barrio del municipio de Hackney en Londres, dio positivo para covid 19 y el estado de su salud se deterioró más de lo normal en las semanas siguientes.
Fue diagnosticada con el síndrome post covid y lo primero que hicieron los médicos fue introducir una sonda NG por su nariz que va a través de su garganta hasta el estómago y le brinda medicamentos, líquidos y alimentos líquidos para su cuidado a raíz de la enfermedad.
La madre de Tillie le contó a The Mirror que su hija ha cambiado mucho después de la enfermedad, antes se caracterizaba por ser enérgica y practicaba diferentes deportes. “Se suponía que solo tendría el tubo durante seis semanas inicialmente”, contó al diario británico.
“Siempre le pregunto a los médicos, pero todo lo que pueden decir es ‘eso esperamos’. Todavía no sabemos cuánto tiempo pasará hasta que mejore”, dijo y agregó “Cada vez que vamos al hospital o a la clínica post-Covid, todavía no tienen ninguna respuesta. También están aprendiendo”.
Algunos de los síntomas que sufría la niña son fuertes dolores de estómago cuando come, dolor de cabeza y le cuesta mucho conciliar el sueño. Debido a su enfermedad no excede los 3 días a la semana yendo a su escuela después de haber estado asistiendo 5 días a la semana como es usual.
Todos los martes y jueves ve clases de matemáticas, inglés y ciencias, “Veo mucho a mis amigos, pero quiero estar haciendo lo que ellos están haciendo, pero es demasiado para mí”, contó Tillie a The Mirror.
El planeta se acostumbró al Covid 19 durante dos años, las personas usaban el cubrebocas y cumplían con todas las medidas de bioseguridad que requerían las autoridades de cada país y estábamos convencidos de que el virus afectaba más a los mayores que a los niños, sin embargo esto cambió.
Decidida a demostrar que el covid también perjudicaba notablemente a los niños, Tillie creó una cuenta de Instagram en el que ha documentado su vida reciente con la enfermedad, contando hoy con más de 17 mil seguidores que acompañan y le dan ánimo a la niña de 12 años.
“Trato de ayudarlos tanto como puedo porque sé lo que están pasando. Me doy cuenta de que no estoy solo”, dijo la niña y agregó: “quiero crear conciencia, quiero que la gente sepa que no solo afecta a los adultos”.