Aunque el director ejecutivo de TikTok, Shou Zi Chew, asistió al Congreso de Estados Unidos y defendió su red social, argumentando que no es una plataforma espía, sus palabras no parecen haber tenido el impacto que se necesitaba.
Ante esto, Austria anunció la prohibición de la aplicación china en los teléfonos celulares de sus funcionarios federales, siguiendo los pasos de otros países occidentales que tomaron la misma medida por razones de seguridad.
“El gobierno decidió prohibir la instalación TikTok en los aparatos del servicio de los colaboradores del Estado”, declaró el miércoles el ministerio del Interior en un comunicado.
Esta decisión se basa en recomendaciones de los servicios de información. “La supresión de la aplicación debe permitir excluir lo máximo el posible acceso a informaciones gubernamentales”, dijo la misma fuente, sin precisar cuándo entrara en vigor.
Los dispositivos personales no están concernidos. Estados Unidos, el Reino Unido, Australia, Francia, Países Bajos y la Comisión Europea ya tomaron medidas parecidas.
Esta iniciativa se debe a los temores por una ley china de 2017 que impone a las empresas locales entregar a las autoridades datos personales relacionados con la seguridad nacional.
Pekín asegura que esta ley no constituye ninguna amenaza para los usuarios corrientes.
TikTok, filial del grupo chino ByteDance, considera que estas prohibiciones son fruto de la xenofobia. En diciembre, sin embargo, admitió que había recogido datos personales para espiar a periodistas.
¿Qué dijo el director de TikTok para tratar de calmar los ánimos en Estados Unidos y el mundo?
El exbanquero formado en Harvard, Shou Zi Chew, intentó en vano durante horas desactivar una amenaza existencial para TikTok. La aplicación intenta sobrevivir a un ultimátum de la Casa Blanca, que exige que ByteDance venda la aplicación para evitar ser prohibida en Estados Unidos.
En la sesión del Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes, los congresistas no dieron respiro a Chew, y con frecuencia le negaron la posibilidad de explayarse en sus respuestas o de promocionar la popularidad mundial del sitio entre los jóvenes.
“ByteDance no es propiedad ni está controlado por el gobierno chino y es una empresa privada”, dijo Chew a los congresistas. “Creemos que lo que se necesita son reglas claras y transparentes que se apliquen ampliamente a todas las empresas de tecnología: la propiedad no es la base para abordar estas preocupaciones”, agregó Chew.
Una prohibición sería un acto sin precedentes para una empresa de medios en Estados Unidos y dejaría sin acceso a ella a 150 millones de usuarios mensuales en el país, sobre todo jóvenes.
“TikTok ha elegido repetidamente el camino de más control, más vigilancia y más manipulación. Su plataforma debería estar prohibida”, dijo la presidenta del comité, Cathy McMorris Rodgers, al comenzar la audiencia.
Los 150 millones de usuarios en el país son estadounidenses sobre los que el Partido Comunista Chino “puede recopilar información confidencial y controlar lo que en definitiva vemos, escuchamos y creemos”, agregó la republicana.
En un momento Chew se vio obligado a reconocer que algunos datos personales de los estadounidenses todavía estaban sujetos a la ley china, pero insistió en que esto pronto cambiará.
Chew promovió un plan elaborado por la compañía, conocido como Proyecto Texas, para satisfacer las preocupaciones de seguridad nacional, según el cual el manejo de los datos de Estados Unidos correría a cargo de una división dirigida desde este país.
Los congresistas dudan de su eficacia y estiman que no impide que TikTok sea vulnerable a China.
“TikTok debe ser una empresa estadounidense con valores estadounidenses y poner fin a todos los vínculos con el Partido Comunista Chino”, afirmó el demócrata Darren Soto.
*Con información de AFP