Un nuevo escenario se presenta en el panorama mundial del opio. Birmania ha asumido el liderazgo como principal productor de esta droga, con un 54 % del total, según revela un informe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) publicado este miércoles. Este cambio responde a la drástica caída de la producción en Afganistán, tras la prohibición del cultivo de adormidera decretada por los talibanes en abril de 2022.
El Informe Mundial sobre Drogas 2024, elaborado por la ONUDD, destaca que el aumento del 36 % en la producción de opio en Birmania no ha logrado compensar la disminución del 95% en Afganistán. En conjunto, la producción de opio en el suroeste asiático ha experimentado un descenso del 75% en 2023.
Si bien la prohibición del cultivo de adormidera en Afganistán no tuvo un efecto inmediato en la cosecha de 2022, ya que esta ya se encontraba en curso, sí ha tenido un impacto significativo en la siembra para la cosecha de 2023. Ante la nueva normativa, muchos agricultores optaron por cultivos alternativos, como los cereales.
Esta situación ha tenido un doble efecto, por un lado, ha provocado una reducción considerable de los ingresos de los agricultores de adormidera, lo que ha agravado la ya precaria situación socioeconómica en las zonas rurales de Afganistán. Por otro lado, ha disparado los precios del opio y la heroína en el país, beneficiando a aquellos que ya poseían existencias de estas drogas.
La ONUDD advierte en su informe que una de las principales consecuencias de la caída de la producción de opio en Afganistán podría ser la proliferación en el mercado europeo de nuevos opioides sintéticos más potentes que el fentalino.
Con la cosecha de 2024 aún en curso, es todavía prematuro estimar la producción total de opio en Afganistán para este año. Sin embargo, las observaciones preliminares sugieren que podría haber un ligero aumento en comparación con 2023, aunque es poco probable que se alcancen los niveles de producción de los últimos años.
El auge de la producción de opio en Birmania está impulsado por diversos factores, entre ellos la inestabilidad política, la presencia de grupos armados y la falta de alternativas de desarrollo en las zonas rurales. La ONUDD insta a la comunidad internacional a redoblar su apoyo a Birmania para abordar estos desafíos y reducir la producción de opio en el país.
Con este panorama, la prohibición del cultivo de opio por parte de los talibanes en Afganistán ha modificado significativamente el panorama mundial del opio. Si bien ha logrado reducir drásticamente la producción en Afganistán, ha dado lugar al surgimiento de Birmania como el nuevo principal productor.
Con esto, a través del informe se pide a las autoridades competentes locales prestar atención a este cambio y tomar medidas para hacer frente a la producción de opio en ambos países, así como a los riesgos asociados a la aparición de nuevos opioides sintéticos.
De igual manera, las autoridades advierten que la caída de la producción de opio en Afganistán ha tenido un impacto positivo en la salud pública del país, ya que ha reducido el número de personas que consumen heroína y otros opiáceos. Sin embargo, la prohibición ha generado dificultades económicas para muchos agricultores afganos, que han perdido su principal fuente de ingresos.
A su vez, piden a la comunidad internacional apoyar a Afganistán en la búsqueda de alternativas de desarrollo sostenibles para sus zonas rurales. Esto para que el impacto para los pobladores que tienen en la producción de dicha droga su subsistencia no se ven afectados por las prohibiciones del gobierno talibán, que a través de esta medida busca más validación en la materia internacional.