Las autoridades talibanes disolvieron varios departamentos clave del anterior gobierno respaldado por Estados Unido, en la que se incluye la comisión de derechos humanos del país. De acuerdo con un funcionario del gobierno, los departamentos se consideraron innecesarios ante una crisis financiera.
Cabe señalar que Afganistán enfrentó un déficit presupuestario de 44.000 millones de afganis, es decir, unos 501 millones de dólares de año fiscal, desde que asumieron el poder en agosto.
Entre los otros departamentos que se abolieron están el consejo para la reconciliación nacional, el consejo de seguridad nacional y la comisión para supervisar la implementación de la constitución afgana.
“Debido a que estos departamentos no se consideraron necesarios y no estaban incluidos en el presupuesto, se han disuelto”, dijo Innamullah Samangani, portavoz adjunto del gobierno talibán.
Cabe señalar que la comisión de derechos humanos, dirigida por última vez por el expresidente afgano Abdullah Abduilah, estaba negociando la paz entre el gobierno y los entonces insurgentes talibanes. Cuando los talibanes invadieran Afganistán, las fuerzas extranjeras se retiraron, lo que provocó el colapso del gobierno y el éxito en la toma del poder por parte de los talibanes.
Cabe señalar que después de asumir el poder habían manifestado que serían más moderados con las leyes, sin embargo, al día de hoy las niñas no han podido regresar a la educación y también han incluido reglas que exigen a las mujeres usar velo y que sean acompañadas por familiares varones en lugares públicos.
Protestas por las nuevas leyes
Una decena de afganas, la mayoría con el rostro descubierto, protestaron este martes en las calles de Kabul, contra la decisión de los talibanes de tornar obligatorio el uso del velo integral en público para las mujeres, comprobaron periodistas de la AFP.
“¡Justicia, justicia! La burka no es nuestra”, clamaron las manifestantes, que lograron caminar unos 200 metros antes de ser dispersadas por los talibanes, que, además, instaron a la prensa a marcharse.
El sábado, el gobierno publicó un decreto, aprobado por el jefe supremo de los talibanes y de Afganistán, Hibatullah Akhundzada, que ordena a las mujeres cubrirse de pies a cabeza, rostro incluido, cuando estén en público.
Los talibanes indicaron que, en nombre de la tradición, preferían la burka, velo integral, normalmente de color azul, que tapa a las mujeres y deja una rejilla a la altura de los ojos.
Pero explicaron que otros velos, que dejen solo descubiertos los ojos, también serán tolerados.
También pidieron a las mujeres que, si no tienen ninguna razón imperiosa de salir, “se queden en casa”.
“Queremos vivir como seres humanos, no como animales, encerradas en un rincón de las casas”, dijo públicamente una de las manifestantes, Saira Sama Alimyar.
En Kabul, el decreto talibán no surtió efecto de manera inmediata y muchas mujeres continúan caminando por la calle con el rostro descubierto.
Rechazo mundial
La directora ejecutiva de ONU Mujeres, Sima Bahous, se declaró este lunes “profundamente preocupada” por la orden de los talibanes que obliga a las mujeres afganas a cubrirse el rostro en público.
Del mismo modo, lamentó el anuncio de que las mujeres solo deberían salir de casa “en caso de necesidad” y las amenazas a sus parientes masculinos en caso de que las mujeres no cumplan con las directrices, recordando que la libertad de movimiento “es un derecho humano fundamental”.
“Es un prerrequisito a la capacidad de las mujeres, que pueden ejercer sus derechos y ser participantes activas en la sociedad”, enfatizó.
Agregó que “cuando se restringen los derechos de las mujeres, todos sufren”, tras enfatizar que la última orden de las autoridades ‘de facto’ de Afganistán, afecta directamente a mujeres y niñas en esta zona del mundo, donde ya se les han impedido volver al trabajo y continuar con su educación.
Con información de AFP.