Afganistán, una de las naciones con uno de los índices de Desarrollo Humano más bajos del mundo, la cual ha afrontado varias ocupaciones extranjeras a lo largo de su historia y en donde actualmente el régimen talibán posee el control de todo el territorio desde agosto de 2021 cuando las tropas de los Estados Unidos abandonaron la nación asiática, se enfrenta a un incremento del tráfico de metanfetaminas, según un informe reciente de la Organización de Naciones Unidas.
De acuerdo con una advertencia del pasado lunes por parte de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (UNODC), se aseveró que las incautaciones de metanfetaminas se incrementaron casi el doble de veces en cinco años, pasado de 2.5 toneladas en 2017 a 29.7 toneladas en 2021.
Asimismo, el informe precisó que el tráfico de esta droga aumentó desde el anuncio de los talibanes que prohibió las drogas en 2022. No obstante, el tráfico de heroína se ha reducido.
De igual manera, la UNODC enfatizó en que Asia suroccidental cumple la función de transportar metanfetaminas hacia los mercados mayoristas, mientras que en Europa suroriental se mantiene un serio transbordo de tráfico de heroína hacia los mercados ilegales en Europa central y occidental.
Los afganos como principales perjudicados
La expansión del narcotráfico en Afganistán incrementa el estigma con el que tienen que vivir los afganos desde hace varias décadas. Las incautaciones de metanfetaminas de posible procedencia afgana se han presentado en la Unión Europea, Medio Oriente, África oriental y Asia suroriental, por lo que las redes que se aprovechan de estas drogas han acaparado un buen terreno en tres continentes.
Dada la preocupación de la UNODC frente a este tema, la directora ejecutiva de este departamento, Ghada Waly, expresó a través de un comunicado que el incremento de metanfetaminas en Afganistán, junto a sus países vecinos, obedece a un giro significativo en el mercado de narcóticos por lo que se le debe prestar atención inmediata.
En el comunicado, Waly resalta: “Para detener la expansión continua de la fabricación ilícita de metanfetaminas en Afganistán y sus alrededores es esencial una coordinación regional que evite la desviación y el contrabando de precursores químicos”, añadiendo que con este informe se busca dar aviso a toda la comunidad internacional para hacerle frente a la amenaza del creciente modelo de drogas sintéticas.
La botánica afgana: un don y una maldición
El organismo ha manifestado que la efedra, una planta muy abundante en Afganistán, tradicionalmente utilizada para tratar el resfriado común, está siendo usada para producir metanfetaminas gracias a la efedrina que contiene.
Por tal motivo, la UNODC precisó que los medicamentos que se elaboran en Afganistán a base de efedrina son muy accesibles para la población, entre los que se encuentran los fabricantes de metanfetaminas, empeorando el tráfico de esta droga.
Asimismo, el informe plantea que se necesitan más de 195 kilogramos de efedra seca y procesada para producir un kilogramo puro de metanfetaminas y, teniendo en cuenta que casi la mitad del peso de la planta se debe a la humedad, la cantidad equivalente de efedra recién cosechada es de unos 437 kilogramos.
No obstante, solo 28 kilogramos de medicamentos para el resfriado se necesitan para producir un kilogramo de metanfetamina en su estado más puro, reduciendo así la cantidad requerida.
“Esos insumos iniciales son mucho más eficientes y se han comunicado incautaciones de precursores de efedrina y pseudoefedrina provenientes del sur de Asia, una región con grandes sectores químicos”, aseveró el informe.
Ello, sin antes sostener que no se puede centrar la problemática de la efedra en la producción de metanfetaminas, ya que esta planta se utiliza para mejorar la salud de una persona que presenta resfriados, por lo que, si se eliminan del mercado los medicamentos a base de esta planta, podrían afectar la calidad de vida de millones de afganos.
Por tal motivo, la UNODC recomienda que para que los medicamentos puedan ser entregados a la población se cuente con una fórmula médica que avale su necesidad, para así mermar la libre compra de estos insumos que son utilizados para prácticas ilegales, como la producción de metanfetaminas en masa.