En redes sociales han circulado varias imágenes de cómo algunas madres afganas tuvieron que recurrir, ante el desespero, a entregar sus bebés a soldados británicos y de otras nacionalidades para poder salvarlos del régimen talibán.
Es tal el desespero que, en diálogo con el portal Independent, un oficial del Regimiento de Paracaidistas del Ejército británico dijo: “Las madres estaban desesperadas, los talibanes las golpeaban. Gritaban: ‘¡Salva a mi bebé!’ Y nos arrojaron a los niños. Algunos de ellos cayeron sobre el alambre de púas. Fue terrible lo que pasó. Al final de la noche no había un solo hombre entre nosotros que no llorara”.
De igual manera, de acuerdo con El Confidencial, uno de los responsables del Ejército norteamericano también contó: “Fue terrible, las mujeres arrojaban a sus bebés por encima del alambre de púas, pidiendo a los soldados que se los llevaran. Algunos quedaron atrapados en la concertina. Estoy preocupado por mis hombres, estoy aconsejando a algunos, todos lloraron anoche”.
Sin embargo, el ministro de Defensa de Reino Unido, Ben Wallace, explicó que para los soldados es imposible sacar del país a cualquier bebé sin acompañamiento. “No podemos tomar a un menor por su cuenta”, declaró el funcionario a Sky News.
En algunas grabaciones se ven imágenes impactantes y desgarradoras donde, en medio de una multitud, las personas pasan a bebés de brazos y niños por encima de las mallas de alambre que dividen el perímetro del lugar.
Siguen las evacuaciones en el aeropuerto
Un puente aéreo moviliza desde el domingo aviones de todo el mundo para evacuar a diplomáticos, otros extranjeros y afganos del aeropuerto de Kabul, cuyos alrededores están estrechamente vigilados por los talibanes.
Estados Unidos, que preveía evacuar más de 30.000 personas entre nacionales y civiles afganos a través de sus bases de Kuwait y Catar, ya sacó a más de 7.000 personas desde el 14 de agosto.
En total, casi 12.000 personas fueron evacuadas por Estados Unidos desde finales de julio entre ciudadanos americanos, miembros de la Embajada y afganos que trabajaron para Washington.
Un piloto militar checo retornado de Kabul describió las difíciles condiciones de volar en Afganistán sin un verdadero control aéreo, ni posibilidad de repostaje en el lugar y con unos despegues peligrosos.
En medio del denso tráfico aéreo encima de Kabul, “teníamos que mantener distancias en el aire y aterrizar uno detrás de otro. Buscábamos las frecuencias para comunicarnos entre nosotros”, explicó el ‘comandante MM’.
Los trabajadores del sistema provisional de control aéreo en Kabul dejaban las decisiones en manos de la tripulación, conformándose con dar informaciones siempre terminadas con un “por su cuenta y riesgo”.
Por su parte, los talibanes insisten en que quieren buenas relaciones diplomáticas con todos los países, pero que no aceptarán ninguna injerencia en sus principios religiosos. La mayoría de la comunidad internacional observa escéptica y afirma que juzgará “los actos” y no las palabras de los islamistas.
Algunas señales de oposición ante el nuevo régimen han comenzado a surgir. En el valle del Panshir, al noreste de Kabul, Ahmad Masud, hijo del célebre comandante Masud, asesinado por Al Qaeda en 2001, junto al exvicepresidente Amrullah Saleh, instaron a la resistencia y aseguraron que están reuniendo a hombres, civiles y exsoldados.
Esta región es la única que no está controlada por los talibanes.
Mientras tanto, miles de afganos han salido ya del país y otros muchos miles esperan ser evacuados o batallan para conseguir un visado que les permita alejarse de los talibanes.
La desesperación ha provocado situaciones trágicas. Este viernes, la Dirección General de Educación Física y Deportes de Afganistán informó de que Zaki Anwari, un futbolista que jugaba en la categoría juvenil de la selección del país, sufrió una caída mortal tras haber tratado de viajar aferrado a un avión estadounidense que despegaba de Kabul.
También hay personas bloqueadas en los puestos de control talibanes en los accesos al aeropuerto, controlado por el Ejército estadounidense. El G7 y varias agencias de la ONU pidieron a los talibanes que dejen pasar a los afganos y a los extranjeros que quieren salir del país.
Con información de la AFP.