En medio de la jornada de este 19 de julio, se dio a conocer que desde el gobierno estadounidense se dio luz verde a una situación que podría encender las esperanzas de Venezuela de que comenzarán gradualmente a liberarse las sanciones internacionales que pesan en contra de su régimen, luego de que el Departamento de Tesoro de Estados Unidos diera a conocer que se autorizaron algunas transacciones que emplean bonos de la estatal petrolera PDVSA.
Esto, prende una luz de esperanza ante una eventual flexibilización de las medidas y sanciones que pesan desde 2018 por parte de Washington contra Venezuela, y que fueron aplicadas como medida de presión para buscar la salida del dictador Nicolás Maduro Moros, luego de que este legitimara su continuidad en la presidencia a través de unas viciadas elecciones.
Así, desde 2019, y como parte de las sanciones de parte de Estados Unidos, estas incluye un veto a negociar con petróleo venezolano.
No obstante, este anuncio por parte del Departamento del Tesoro refiere un ‘afloje’ en las políticas sancionatorias, y va en la misma senda de los esfuerzos que, desde meses atrás viene adelantando el Gobierno de Estados Unidos por buscar escenarios de diálogo con el régimen Maduro, en medio de acciones que han supuesto flexibilizar el embargo, una condición que a su vez se vio condicionada por la crisis energética mundial que se derivó de la guerra en Ucrania.
Así, la licencia conocida este 19 de julio, es fruto de un anuncio y un estudio adelantado por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), adscrita al Departamento del Tesoro, que en un comunicado señaló que han dispuesto “que todas las transacciones sobre el “8,5% de los bonos de PDVSA prohibidas ‘están autorizadas’ a partir del 20 de octubre de 2023″.
Sin embargo, la flexibilización de las sanciones solo apuntan de momento al aspecto anunciado, sin que esto refiera el levantamiento, de momento, de otras medidas.
La medida que entrará en vigor a partir de mañana miércoles, ha despertado ilusión en algunos sectores venezolanos, mientras que otros lo ven con cierto reparo, advirtiendo y abogando porque la flexibilización contemplada no de espacio a aflojar la presión sobre Maduro Moros.
Lo anterior si se tiene en cuenta la manifiesta intención que ha expresado desde hace algunos meses el gobierno de Biden por ‘levantar de manera progresiva las sanciones’ impuestas a Venezuela.
Ha sido condicionado por el gobierno Biden a la consecución de escenarios de acuerdo con las autoridades del régimen Maduro, las cuales han referido la liberación de algunos ciudadanos estadounidenses que estaban retenidos por la Guardia venezolana, pero que tiene como fin último el llamado a las elecciones presidenciales de 2024, un proceso electoral que debe responder a estándares de calidad y transparencia.
Así, el clamor desde Estados Unidos es similar al que ha elevado la oposición en Venezuela, más aún tras las estrategias de Maduro por frenar el camino de opositores como María Corina Machado, donde se aboga por elecciones limpias y libres, además de justas.
Se calcula que de otorgar el espacio de elecciones, Maduro Moros se pretende presentar de nuevo a la reelección como mecanismo para legitimar su perdurabilidad en el poder.
Al igual que lo ocurrido con Estados Unidos, Venezuela centra esperanzas de aflojo de las sanciones que pesan en contra de su régimen, luego de algunas reuniones adelantadas en días pasados en el marco de la cumbre de Celac y UE en Bruselas, donde delegados de la oposición y el régimen, se sentaron con líderes de estos dos bloques para “discutir una fórmula para que las presidenciales de 2024 sean reconocidas por la comunidad internacional”.
En ese mismo sentido, desde la administración Maduro, su canciller, Yván Gil, en declaraciones recogidas por medios internacionales, se manifestó esperanzado en lograr avanzar en estrategias que permitan levantar las sanciones que pesan contra su país a nivel internacional.
Ese condicional de la reactivación, también está supeditado a la reactivación de la mesa de negociación con la oposición.
El canciller ha exaltado la voluntad manifestada en abolir sanciones por parte de los gobiernos de Francia, Brasil, Colombia, Argentina, que han pedido que se avance en el proceso para levantar los castigos internacionales, abogando a su vez por la reanudación del diálogo político entre los venezolanos.
Desde la cancillería de Venezuela se ha señalado que el gobierno de Maduro siente un beneplácito al ver que el “discurso de condena a las sanciones ha venido ganando más espacio”, según declaraciones recogidas por medios internacionales.
Estas luces de esperanza de Venezuela son expresadas tras una reciente reunión adelantada por el funcionario diplomático durante su viaje a Bruselas, donde también participaron representantes de la oposición, que se reunieron con líderes de la talla de Emmanuel Macron, presidente de Francia; Alberto Fernández, de Argentina; Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, y por nuestro país, Gustavo Petro.
En el encuentro también tomó lugar el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, según detallan medios internacionales.
Por su parte, en Bruselas también hizo presencia la vicepresidenta del régimen Maduro, Delcy Rodríguez, y representantes de la oposición que se manifestaron enfilados en organizar “elecciones libres que puedan ser reconocidas por la comunidad internacional”.
No obstante, un requisito que sí expuso el régimen Maduro para cumplir al pedido internacional es el levantar totalmente las sanciones, sin que se conozca respuesta a ello.
*Con información de AFP