El gobierno de São Paulo, Brasil, decidió esta semana reemplazar los libros didácticos impresos por versiones digitales desde el año próximo en algunos niveles de las escuelas públicas del estado, una decisión criticada por especialistas en educación y editoriales.
Los alumnos a partir de 14 años, de un total de 5.300 escuelas del estado, se formarán con materiales didácticos totalmente digitales, a excepción de los libros dedicados solamente a literatura, detallaron a la AFP portavoces de la Secretaría de Educación paulista.
La digitalización de los libros es parte de una reestructuración del plan de enseñanza en el estado más poblado de Brasil, con más de 44 millones de personas, bajo el nuevo gobierno de Tarcísio de Freitas, exministro de Jair Bolsonaro (2019-2022).
El secretario de Educación de São Paulo, Renato Feder, defendió la decisión en entrevista con Folha de S. Paulo, argumentando que los contenidos de los libros impresos distribuidos por el ministerio de Educación habían “perdido calidad”.
La medida fue cuestionada por expertos en educación, que destacan entre otras cosas la dificultad de pasar en poco tiempo a una digitalización total en un país donde muchos alumnos no tienen siquiera acceso a internet.
“La escasez de infraestructura tecnológica” quedó “evidenciada durante la pandemia con la falta de acceso adecuado” a internet y de dispositivos, dijo a la AFP Olavo Nogueira Filho, director ejecutivo de la ONG Todos pela educacao.
Además, la digitalización total “solo tendría sentido si las evidencias (de su eficacia) fueran indiscutibles”, subrayó.
Nogueira Filho indicó que países como Suecia demuestran que no hay un consenso sobre esas herramientas, por lo que el avance en este tipo de medidas podría resultar contraproducente para la educación de los jóvenes en este momento.
Es de recalcar que el gobierno del país escandinavo está revisando sus políticas de uso de pantallas implementadas en los últimos años y volviendo a incluir los libros de papel.
Por su parte, la Unesco, brazo de la Onu para la educación, desaconsejó el uso excesivo de tecnología en las aulas, considerando que puede afectar negativamente el aprendizaje.
También, los integrantes de la cadena productiva de libros en Brasil expresaron en una nota conjunta su “profunda preocupación” por la medida, que afectará a alrededor de “1,4 millones de alumnos y más de 100.000 profesores”.
“La cadena productiva del libro lamenta la decisión (...) Las pérdidas causadas por esa acción, si no son revertidas, serán irreparables”, señalaron once entidades de editoriales, libreros, distribuidores y gráficos.
Las autoridades de São Paulo aseguran que los alumnos podrán acceder al papel si fuera necesario: la escuela deberá encargarse de las impresiones, aclararon en la Secretaría de Educación. “Pero esos casos no serán la excepción”, advierte Nogueira.
Rescatar el Amazonas
Mientas tanto, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha estado buscando aportes para que “el mundo debe ayudar” a Brasil a preservar la Amazonía, a menos de una semana de una cumbre amazónica que el país acoge en la ciudad de Belém, al norte del país.
“Sabemos la responsabilidad que significa convencer al mundo de que invertir es barato si se trata de lograr que la selva siga en pie”, dijo Lula, durante un desayuno con corresponsales de medios extranjeros en Brasil, entre ellos la AFP, en el Palacio presidencial del Planalto.
“El mundo debe ayudarnos a preservar la Amazonía y a desarrollarla”, respondió el mandatario de Brasil, de 77 años, a una pregunta de la AFP sobre cómo compatibilizará el desarrollo económico de la región con la preservación.
Los ocho países miembros de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) se reunirán por primera vez desde 2009 la semana próxima para discutir y promover políticas para preservar la mayor selva tropical del planeta.
*Con información de AFP.