En medio de una misión en Polonia, un relator de Naciones Unidas informó sobre la muerte de 20 migrantes en la frontera de este país con Bielorrusia. Aunque los reportes hasta el momento no son exactos frente al número real de víctimas, se indicó que la mayoría estaría falleciendo en el lado polaco del viaje.

Según Felipe González Morales, el relator de la ONU para los Derechos de los Migrantes que investigó el hecho, los 20 migrantes murieron desde que inició la crisis migratoria en los países mencionados en 2021. Así, indicó que los datos oficiales recabados por los gobiernos de ambos países señalan que cuatro personas murieron en suelo bielorruso, mientras que otras diez lo hicieron en el lado polaco.

No obstante, González considera que estos datos “no se corresponden con la realidad”, si bien ha especificado que no se han recibido “pruebas que apunten a una implicación de Rusia en la crisis migratoria desatada a finales de 2021 en la zona”, situación que preocupa por la gran influencia de Moscú en asuntos bielorrusos. “Durante mi visita no he recibido ninguna información al respecto”, informó ante el público.

Por otra parte, el relator condenó el uso de “medidas desproporcionadas” por parte de las fuerzas de seguridad polacas, que han utilizado cañones de agua para frenar el avance de los migrantes, afirmando que se ha hecho uso de estos elementos desde mediados de 2021, y no solo contra quienes intentan pasar, sino también “contra el territorio bielorruso”. En consecuencia, destaca González, muchos han resultado heridos, entre ellos algunos periodistas.

“La Guardia Fronteriza debe tener mucho cuidado a la hora de utilizar este tipo de herramientas contra migrantes y solicitantes de asilo... Es una medida absolutamente desproporcionada para resolver la situación a la que se enfrentan”, expresó el relator, antes de enfatizar la importancia de proteger los Derechos Humanos.

González también aprovechó para añadir que una valla en la frontera con Bielorrusia “no va a retener a los migrantes”, sino que “agravará la situación en la que se encuentran”, según recoge la agencia de noticias bielorrusa BelTA, haciendo referencia al método que han utilizado otros países, pero que con el tiempo ha demostrado no tener el efecto deseado.

“Me preocupa que la instalación de la valla no haga que la gente deje de intentar cruzar, sino que implemente el peligro al que se enfrentan los migrantes. Para resolver esta cuestión, pido a los dos países que dialoguen de forma constructiva con la Unión Europea, especialmente para prevenir víctimas y garantizar la protección de los derechos de los migrantes”, acotó.

La situación en la frontera se agravó en noviembre de 2021 después de que miles de migrantes, en su mayoría procedentes de Irak y otros países de Oriente Próximo, se concentraran en la zona con la esperanza de llegar a territorio de la Unión Europea.

Lituania, Letonia y Polonia acusaron a Minsk de orquestar una crisis migratoria para desestabilizar a la UE en represalia por las sanciones impuestas contra Bielorrusia. Además, las autoridades polacas declararon el estado de emergencia en los territorios limítrofes con Bielorrusia y aumentaron el despliegue de militares y policías en la zona.

Por su parte, los guardias fronterizas de Bielorrusia han acusado a Polonia de llevar a cabo devoluciones en caliente hacia territorio bielorruso. En lo que va de 2022, Polonia ha registrado más de 4.000 intentos de cruce ilegal desde Bielorrusia.

*Con información de Europa Press.