Al menos 26 personas murieron y 12 resultaron heridas en un accidente de tránsito entre un autobús, un vehículo y un camión cisterna en el oeste de Ucrania, anunció este miércoles la policía local.
“En total, 26 personas murieron ―24 pasajeros y dos conductores― y 12 resultaron heridas, entre ellas el conductor del camión cisterna”, anunció la policía en su canal de Telegram, acompañando el comunicado con una fotografía con cadáveres pixelados colocados a lo largo de la carretera.
En el momento del accidente, en la región de Rivne (noroeste), “había 34 pasajeros y un conductor” en un autobús “que se dirigía a Polonia”, indicó la misma fuente, sin detallar si los ocupantes eran refugiados que huían de la guerra con Rusia.
La policía, los socorristas y los expertos forenses “finalizan la inspección del lugar”, indicó la policía. Tres personas no han podido ser identificadas todavía, añadió.
El martes por la noche, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski evocó durante su discurso diario “un accidente de tráfico terrible”.
“Un autobús, un vehículo y un camión cisterna se vieron involucrados”, declaró en un video en Telegram, evocando entonces un balance de 17 muertos.
En el sur de Ucrania, Rusia llegó para quedarse
Un avión militar ruso surca el cielo de Berdiansk, en el sudeste de Ucrania, pero ninguna mirada temerosa se eleva para escudriñarlo. “No te preocupes”, sonríe una mujer mayor sentada en un banco. “Es uno de los nuestros”.
Las fuerzas rusas han tomado el control de esta importante ciudad portuaria sobre el mar de Azov, la más grande después de Mariúpol, en los primeros días de su ofensiva, casi sin resistencia.
La agencia AFP estuvo en Berdiansk y Melitopol, a unos 100 km al oeste, también conquistada al inicio de la ofensiva, en el marco de un viaje organizado por el ejército ruso.
Para Rusia, esas dos ciudades tienen importancia estratégica porque, junto con Mariúpol, le permiten asegurar una continuidad territorial hacia Crimea, anexionada desde 2014.
Se instalaron administraciones pro-Moscú para crear una apariencia de normalidad en espera de que se decida su suerte, que deberá pasar por alguna forma de subordinación a Rusia.
“Estamos en una fase de transición entre Ucrania y Rusia”, explicó el jefe de la nueva administración de Berdiansk, Alexandre Saulenko. “Vemos nuestro futuro con Rusia”, agregó.
La nueva administración ya decidió pagar los salarios de funcionarios y pensiones en rublos, la moneda rusa, en lugar de la grivna ucraniana.
“El presupuesto de la ciudad no nos permite asegurar todos los pagos”, por lo tanto “buscaremos ayuda en Rusia”, agregó Saulenko.
En Melitopol, una bandera comunista ondea sobre la Plaza de la Victoria en sustitución de la ucraniana. Un camión ruso pasa tocando canciones patrióticas soviéticas.
En esas dos ciudades, la AFP no constató ningún trazo de combate o destrucción. Mariúpol y sus horrores están a solo 70 km al este de Berdiansk, pero el conflicto parece muy lejano.
“Todas las tropas abandonaron la ciudad” antes de la llegada de las fuerzas rusas, comentó en Berdiansk Svetlana Klimova, de 38 años, exempleada de una estación de servicio. “Si se hubieran quedado, habría sido como en Mariúpol”.
Al igual que ella, varios habitantes consultados por AFP dicen sentirse aliviados de haber escapado del destino de la ciudad asediada. Pero ¿están contentos bajo el mando de Moscú?
“Cuando supe (de la llegada de los rusos) se me llenaron los ojos de lágrimas, estaba contento”, admite Valery Berdnik, un exestibador de 72 años de espeso bigote gris.
Con soldados rusos armados que rodean el perímetro y que a veces escuchan las entrevistas, es difícil que la gente exprese oposición.
Pero en una señal de que no todos comparten el entusiasmo de Berdnik, Berdiansk, que tenía más de 100.000 habitantes antes de la llegada de los rusos, tiene ahora “entre 60.000 y 70.000 actualmente”, dice el nuevo alcalde.
En Melitopol, “la ciudad está dividida”, dice con prudencia Elena, una profesora de 38 años con lentes de sol y un pendiente de cruz. “Hay quienes están contentos y quienes critican la situación”.
En abril hubo manifestaciones contra la presencia rusa en Melitopol, cuyo alcalde electo fue secuestrado antes de ser intercambiado por prisioneros rusos, pero las marchas han cesado, aseguró otro residente.
Con información de AFP