Consternación y solidaridad ha despertado en Nueva Zelanda la reciente ocurrencia de un destructivo incendio que terminó por consumir un albergue de cuatro pisos de altura, en un hecho que también terminó cobrando al menos 6 vidas humanas.
Según el reporte de las autoridades, el hecho ocurrió en la ciudad de Wellington, capital de Nueva Zelanda, en un albergue popular conocido como Loafers Lodge, en el que se encontraban alojadas cerca de 50 personas que, debido a las llamas, lo perdieron todo, quedando incluso en pijama, luego de que la conflagración obligara a muchos de ellos a desalojar el lugar.
Sin embargo, según las autoridades, no todos los ocupantes del lugar, algunos de ellos personas de edad avanzada, lograron salir del edificio, por lo que al menos 6 de ellos perecieron en el sitio, según un reporte en el que las autoridades locales afirmaron que no descartan que conforme avancen las labores de rescate pueda aumentar el número del registro de muertos.
Según los bomberos de Wellington, lo ocurrido ha referido su peor pesadilla, no solo por la gravedad del incendio, sino también por su tristes consecuencias.
Si bien las autoridades han logrado contabilizar 52 sobrevivientes, los cuerpos de emergencia han confirmado que aún hay personas sobre las que se desconoce su paradero, mientras ellos siguen luchando por controlar las llamas.
Según declaraciones entregadas por Nick Pyatt, cabeza del cuerpo de bomberos de Wellington, a medios locales, el llamado de emergencia se recibió el pasado lunes a las 12:30 a.m., acusando el surgimiento de las llamas, en medio de hechos que aún son materia de investigación.
En ese mismo sentido, el uniformado se refirió a la valentía de los bomberos que acudieron a responder por las llamas, aplaudiendo las labores logradas para conseguir que la cifra de víctimas no fuera mayor, recordando que varios de los ocupantes del lugar eran personas de la tercera edad que necesitaron de ayuda para huir del incendio.
En ese mismo sentido, envió un mensaje de solidaridad con la familia de las víctimas mortales, lamentando lo ocurrido.
“Esta es nuestra peor pesadilla”, señaló Pyatt en declaraciones entregadas a medios internacionales ante quienes confesó que “no hay nada peor que esto”.
Sobre las causas del mortal incendio, las autoridades han advertido que aún se encuentran en el proceso de recaudar pruebas para establecer el origen de las llamas.
Desde la administración local de Wellington también se conocieron reacciones aumentando los hechos y anunciando ayuda para las víctimas que lograron escapar de las llamas , y que ahora habían quedado en una situación difícil al haber perdido todas sus pertenencias.
Por lo anterior, también se anunció la disposición de un centro de ayuda en el que se da albergue a los damnificados y se les ofrecen algunos elementos básicos para su estancia.
También se brinda un acompañamiento psicológico a las personas dado el grado del a pérdida, y a las características de las personas que resultaron afectadas, pues la mayoría de ellos son personas necesitadas que se encontraban en difíciles condiciones en el albergue que en algunos casos era usado como alejamiento de emergencia.
Según The Guardian, el medio británico, lo ocurrido en Wellington también puso de manifiesto otra crisis existente en esa ciudad: la falta de vivienda.
El lugar contaba con 90 habitaciones que contaban con condiciones mínimas para vivir: una cama, un calentador, y un escritorio.