El incendio de un ducto de gasolina de la petrolera estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), el viernes en México, mientras era saqueado por decenas de personas provocó al menos 66 muertos y 76 heridos, en momentos en que el gobierno lidera una estrategia nacional para combatir este delito. "Es una tragedia que nos duele mucho. Estamos aquí para brindar todo el apoyo, el auxilio a los pobladores, a los afectados, a las víctimas", dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador, al visitar la zona del desastre. Agregó que la desgracia "no cambia" su estrategia contra el robo de combustible y más bien demuestra "desgraciadamente" la necesidad de mantenerla. "Vamos a continuar hasta erradicar esta práctica", añadió. Le puede interesar: "¿Por qué no hay una posición con la dictadura de Venezuela?": reclamo de una colombiana al presidente de México "El saldo que tenemos hasta hace unos minutos (...) es de 66 personas fallecidas y 76 personas heridas", dijo el gobernador estatal Omar Fayad en rueda de prensa, en el Palacio Nacional de Ciudad de México, en la que se encontraba el presidente Andrés Manuel López Obrador. El estallido ocurrió la tarde del viernes en la comunidad de Tlahuelilpan, localizada a unos 120 km de la capital, luego de que un ducto fuera perforado por traficantes de combustible y cientos de personas, incluidas familias enteras, se lanzaron para llevarse gasolina en distintos contenedores. Dos horas después de que fuera perforado, "se nos informa que hubo una explosión" y "las llamas estaban consumiendo todo lo que había alrededor", añadió Fayad. La investigación de "los hechos va a estar a cargo de la Procuraduría General" (fiscalía), dijo de su lado López Obrador. Recomendamos: México sube el salario mínimo 16 % a nivel nacional y 100% en la frontera El ducto, informó de su lado en la conferencia Octavio Romero, director de Pemex, estaba en proceso de ser llenado luego de que el 23 de diciembre pasado su operación fue suspendida en el marco de una estrategia lanzada por López Obrador para combatir el llamado "huachicolero", como se conoce el robo y tráfico de combustible y que en 2017 dejó pérdidas por 3.000 millones de dólares, según cálculos de Pemex. Elementos del Ejército y fuerzas policiales locales se acercaron al sitio donde el ducto fue perforado pero no consiguieron contener a los civiles que corrían con sus contenedores para llevarse el combustible. Imágenes captadas justo después del estallido muestran a numerosas personas gritando y corriendo mientras sus cuerpos ardían en llamas. El sitio de la explosión amaneció custodiado por militares mientras en el ambiente aún se percibía un fuerte olor a combustible. Le puede interesar: "Por el bien de todos, primero los pobres": posesión de López Obrador Los cuerpos carbonizados permanecen en el lugar en la posición en la que fallecieron --algunos con los brazos o una pierna levantada--, mientras especialistas trabajan en la zona en su identificación.