Europa está padeciendo un fuerte rebrote de covid-19 y uno de los países que está resultando más afectado es Suecia, incluso por encima de países en los que había alarma por el alza de los casos, como España y Reino Unido.

Según han reportado las autoridades, el pasado viernes se contaron 7.240 nuevos casos de covid-19, la cifra más alta registrada de contagios en un día. Este rebrote ha aumentado la cifra de fallecidos por la enfermedad a 6.406 y es evidente el segundo pico que está afectando fuertemente a Europa.

Una de las críticas que se le ha hecho al país nórdico es que sus restricciones han sido mínimas y se ha flexibilizado a tal punto que en fotografías se registra cómo los suecos no están siquiera haciendo uso del tapabocas. En los restaurantes y lugares públicos los controles y las medidas son mínimos.

Las mayores preocupaciones de ese país, que cuenta con 10,2 millones de habitantes, es que la velocidad de las nuevas infecciones está incrementando apresuradamente en comparación de España y Gran Bretaña, en donde también hay alerta.

Por otro lado, el cuerpo médico se encuentra en alerta porque ante el incremento de casos el uso de camas de cuidados intensivos para atender a los infectados con condiciones complejas se está duplicando a medida que pasan las semanas, incluso en una tasa más rápida que países como Austria, Eslovaquia e Italia.

Los expertos médicos de ese país han alertado que, a pesar de que aún hay capacidad de ucis, la situación es grave, y de mantenerse esta tendencia, se podría llegar a la preocupante condición en la que los hospitales se encuentren colapsados. Por eso el llamado a reforzar las medidas.

Ante la situación las autoridades de salud de ese país recomendaron el uso de tapabocas en el transporte público, hecho que evidencia la flexibilidad de las medidas en Suecia. Desde el comienzo de la pandemia el país europeo ha sido uno de los más dóciles con las restricciones. Los suecos se han basado en un modelo de inmunidad colectiva.

Una de las situaciones que también se ha criticado es que incluso en los mismos hospitales no se estaría requiriendo el uso del tapabocas. La recomendación ha sido mantenerse aislados físicamente de otras personas en lo posible.

Otra de las medidas que ha aplicado el país nórdico para reducir el índice de contagio fue restringir la venta de alcohol desde las 10 de la noche de ayer. Los pubs, restaurantes y bares no podrán vender licor a partir de esa hora y ya anunciaron que la medida está contemplada por lo menos hasta febrero.

En el caso de los restaurantes las autoridades dijeron que las mesas se deben limitar a ocho personas. Y pidieron que las personas que puedan trabajen desde la casa. También se recomienda evitar el uso de transporte público y mantener el distanciamiento social.

La semana pasada se generó una alerta porque el primer ministro sueco, Stefan Löfven, comunicó que había estado en contacto con una persona que resultó positivo, por lo que entró en aislamiento. Aunque luego de realizarse la prueba resultó negativa.