Este martes, 14 de marzo, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, tuvo que ser internado de urgencia en una clínica de la ciudad de Buenos Aires, más precisamente en el Sanatorio Otamendi, después de presentar un fuerte dolor lumbar, según confirmaron fuentes médicas cercanas a la casa presidencial, en información retomada por medios locales de ese país.
En consecuencia, según advierten las fuentes oficiales de ese país, el político deberá ser sometido a una serie de exámenes encaminado a encontrar las razones de la dolencia, para emprender el respectivo tratamiento.
Si bien no se precisaron las causas del dolor ni se explicaron eventuales antecedentes del político que podrían haber representado el surgimiento de dicha dolencia, la Casa presidencial y sus voceros prometieron ‘tener a la opinión pública informada’.
Según detallan medios locales, este mismo martes, el presidente de Argentina había participado de la toma de juramento de nuevos funcionarios de su equipo de trabajo, hecho que compartió a su vez el mandatario a través de sus redes sociales.
En los recientes días, el presidente argentino también participó en el lanzamiento de programas de prevención del consumo de drogas, además de participar de eventos en homenaje de los 10 años del pontificado del papa argentino Francisco I, donde destacó el papel de su connacional al frente de las riendas de la Iglesia más popular del mundo, aplaudiendo sus obras sociales y su no silencio frente a temas de coyuntura mundiales.
Medios locales refieren que la última vez que se evidenciaron quebrantos de salud por parte del mandatario fue a finales del año anterior cuando presentó un cuadro de mareos derivado de un caso de hipertensión.
En aquel entonces, la salud de Alberto Fernández se vio afectada en medio de la cumbre del G20, que en ese momento se desarrollaba en la ciudad de Bali, Indonesia.
En aquella ocasión, el mandatario también fue diagnosticado con un cuadro severo de gastritis erosiva, lo que incluso le sugería sangrados, y que terminó por prender las alarmas de su equipo médico.
Es su momento, el mandatario explicó que si bien ha cargado durante varios años con un cuadro severo de gastritis, este nunca se había reflejado en sangrado, y menos al nivel que presentó en Bali.
En los últimos años, previo al estallido de la pandemia, Fernández requirió atención médica especial al presentar un cuadro de tos y problemas respiratorios que lo obligaron a desplazarse a una clínica y ponerse bajo observación médica.
El diagnóstico refirió que Fernández presentaba una inflamación en uno de sus pulmones, y que además presentaba un episodio de obstrucción arterial.
Parte médico de Fernández:
Pasadas las 8:00 p. m., hora Colombia, a través de las redes sociales de la Casa Rosada se dio a conocer el primer parte médico por parte de los especialistas del sanatorio de Otamendi, en el que estos precisaron que tras los exámenes realizados a Fernández, los especialistas han podido determinar que el dolor lumbar que obligó al presidente a acudir allí para buscar ayuda se refiere a la existencia de un problema de orden ortopédico.
Dicha dolencia, según reportaron los expertos, se relaciona con la existencia de una “hernia de disco lumbar”, la cual será tratada, de momento, con un procedimiento médico conocido como ‘bloqueo radicular’.
Sobre la realización de dicha intervención, los especialistas han indicado que esta se efectuará dentro de las próximas 48 o 72 horas.
Entre las recomendaciones médicas expedidas al mandatario, los expertos precisaron la importancia de guardar “reposo y adecuar actividades a la residencia presidencial”, por lo que se espera que este cancele su agenda fuera de la Casa Rosada.